Medicentro
2011;15(2)
DELEGACIÓN
PROVINCIAL
MINISTERIO DEL
INTERIOR
SANTA CLARA, VILLA
CLARA
COMUNICACIÓN
ALTERACIONES
SEXUALES DE
Por:
MSc.
Dra. Maryví Pazo Rodríguez1 y MSc. Dr. Richar A. Bello Viego2
______________
1.
Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia. Máster en
Atención Integral a la Mujer. Delegación Provincial del Ministerio del Interior.
Servicios Médicos del Ministerio del Interior. Santa Clara, Villa Clara.
Asistente. Instituto Superior del Ministerio del Interior.
2.
Especialista de I Grado en Psiquiatría. Máster en Psicología
Médica. Delegación Provincial del Ministerio del Interior. Servicios Médicos
del Ministerio del Interior. Santa Clara, Villa Clara. Asistente. Instituto
Superior del Ministerio del Interior.
Descriptores DeCS:
CLIMATERIO PREMENOPAUSIA SALUD DE LAS MUJERES |
Subject headings:
CLIMACTERIC PREMENOPAUSE WOMEN'S HEALTH |
Con
este trabajo se quiere llamar la atención de los profesionales de la salud sobre
un síndrome frecuente en la práctica médica: el síndrome climatérico, y referir
específicamente su vinculación con la esfera sexual, ya que es un aspecto sensible,
que se debe valorar de manera más profunda y diferenciada en la atención a la
mujer; este grupo poblacional tiende a incrementarse en nuestra sociedad por el
aumento de la esperanza de vida, que actualmente sobrepasa los 70 años1.
El climaterio es el período de
transición entre la fase reproductiva y la no reproductiva de la vida de la
mujer1,2. Se define como el período de tiempo que se extiende desde
la madurez hasta la senectud; es una etapa de transición de carácter
involutivo, durante la cual desaparecen las menstruaciones, se pierde la
capacidad reproductiva y tienen lugar, entre otros, ciertos cambios en el
organismo que se caracterizan por la aparición de síntomas vasomotores,
psicológicos, de tipo general y en la esfera sexual, que se atribuyen a la
disminución progresiva de la actividad de la función ovárica y que constituyen,
en su conjunto, el síndrome climatérico3,4. Suele ubicarse a partir
de los 54 años y finaliza hacia los 65 años. Actualmente se considera que el 95
% de las mujeres de los países desarrollados deben pasar por el climaterio.
En nuestro país, el 50 % de la población
está constituido por mujeres, un 30 % de las cuales se encuentran entre los 40
y los 59 años de edad. Los síntomas de la esfera sexual están entre los que con
mayor frecuencia son referidos y se encuentran asociados con el estado
prolongado de hipoestrogenismo, cuya evolución es progresiva, a diferencia de
los síntomas vasomotores y las alteraciones del estado de ánimo, que tienden a
resolverse de manera espontánea. Entre el 27 % y 55 % de las pacientes refieren
sequedad vaginal, en tanto que del 32 % al 41 % presentan dispareunia. Solo una quinta parte de las pacientes solicita
consulta profesional por este problema, por lo que el médico debe indagar sobre
su existencia con el fin de implementar medidas de tratamiento. La disminución
de estrógenos afecta de varias maneras el epitelio, desciende el flujo
circulatorio y la nutrición hística, disminuyen las fibras elásticas y
colágenas, al tiempo que el aumento de fibrina y tejido conectivo produce adelgazamiento,
pérdida de rugosidades y una menor elasticidad vaginal. Estos cambios se asocian
con modificaciones en la flora normal, formada por lactobacilos, con
proliferación de la flora contaminante, como estreptococos, estafilococos,
coliformes y difteroides, con lo cual el exudado vaginal se vuelve escaso y
grisáceo. Las modificaciones mencionadas producen síntomas, como sequedad,
prurito, sensación de quemazón y dispareunia. La atrofia no solo se debe al
descenso de estrógenos, sino al envejecimiento, que causa estrechamiento y
acortamiento de la vagina, pérdida de los fórnices y de la distensión e,
incluso, sinequias y adherencias.
Recientemente se trabajó en una investigación sobre el tema con un grupo de
mujeres en edad entre los 45 y los 59 años y se encontró un predominio del
deseo sexual hipoactivo en un 32,3 %, dificultad lubricativa o sequedad vaginal
en un 24,6 %, la dispareunia o dolor al contacto sexual en un 16,9 %, y la anorgasmia
en un 15,3 %. Cuando lo analizamos según el grupo etario, se encontró que en el
grupo de
Los cambios en la función sexual
asociados con la edad y la menopausia son muy comunes y pueden considerarse
normales, ya que son referidos por el 42 % de las mujeres al inicio de la
transición menopáusica, pero ese porcentaje se incrementa al 88 % luego de
transcurridos ocho años. Es usual encontrar disminución en la frecuencia, el
interés y en la capacidad de respuesta, cambios en los sentimientos hacia el
compañero, incomodidad y sequedad vaginal. La
sexualidad se asocia con patrones culturales, sociales y con costumbres y
tradiciones; se dice que mientras más preparación y conocimiento se atesoren,
más capacidad se tendrá para el disfrute sexual a partir de la menopausia.
Los hábitos y estilos de
vida saludables y la protección contra las infecciones de transmisión sexual,
como el VIH-SIDA, junto con la educación sexual, son elementos imprescindibles
para lograr una sexualidad sana a partir del momento en que ocurre, por el
envejecimiento, una disminución en la producción de hormonas sexuales. Los
trastornos en la esfera sexual suelen aparecer alrededor de los 45 años. Generalmente,
se inician con una disminución del interés sexual, al que se asocia la sequedad
vaginal y el dolor al contacto sexual, razones que afectan las relaciones. La
disminución del deseo sexual es uno de los síntomas más generalizados entre las mujeres, y uno de los
que tiene menos explicación debido a los cambios hormonales de la posmenopausia.
El deseo sexual se mantiene siempre y cuando exista un estímulo adecuado, es
decir, una buena relación entre la pareja2. Algunos de los aspectos
que involucran la satisfacción sexual de una pareja están relacionados con
mitos, creencias, actitudes, vínculos amorosos, capacidad para intimar,
mecanismos de placer (masculinos y femeninos), sensualidad y erotismo (imagen
de sí mismo) y con el nivel de autoconocimiento6. Para el
logro de la satisfacción sexual, es importante sentirse bien consigo mismo, poseer
claridad sobre un proyecto de vida, una capacidad mínima de expresividad,
comunicación, entrega, receptividad, intensidad emocional, etcétera7.
Aunque el juicio de la satisfacción sexual en la persona es individual y
subjetivo, se reconoce que cuando esta es negada, probablemente ubica al sujeto
en una condición de frustración y, por ende, se considera que no posee un estado
de salud adecuado8 9.
Referencias bibliográficas
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Cabezas Cruz E, León Cutie E, Saline Santiesteban A.
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Rosees Periago M. Calidad de vida y longevidad. Un
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Rodríguez BR. La sexualidad en el atardecer de la
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management of vaginal atrophy and sexual dysfuntion in perimenopausal and
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9.
Graziottin A, Leiblum SR. Biological and psychosocial
pathophysiology of female sexual dysfunction during the menopausal trasition. Sex
Med. 2005;2(Suppl 3):133-45.
Recibido:
14 de enero de 2010
Aprobado:
11 de noviembre de 2010
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