condroma bronquial

CONDROMA BRONQUIAL

Por:

Dr. Teodoro Machado Agüero*, Dr. Gustavo Pérez Zavala**, Dra. Lidia Machado Cabrisas**, Dr. Orlando Torres Rivera***

*Especialista de II Grado. Cirugía General.
**Especialista de I Grado en Cirugía General.
***Especialista de I Grado en Medicina Interna, dedicado a la Neumología. Instructor. ISCM-VC.

La presentación de un cuadro clínico es algo común en la práctica médica, más cuando se trata de tumores malignos o benignos, por la alta frecuencia con que estos aparecen al revisar las cifras estadísticas a nivel nacional y mundial. Sin embargo, la presentación de un cuadro completo de un tumor debe interesar en alto grado al personal especializado, pues su aparición es muy rara y se han registrado muy pocos casos1, según se informa en bibliografía de reconocido prestigio científico-pedagógico.

El condroma es un tumor formado por tejido cartilaginoso2 y constituye una de las variantes de tumores mesodérmicos de índole benigna. Específicamente el condroma bronquial es uno de los más raros que se presentan, y en esa bajíisima frecuencia de presentación se halla la parte fundamental de su interés. El condroma bronquial se distingue del hamartoma condromatoso por estar formado sólo por cartílago1. El verdadero condroma consta de elementos mesodérmicos únicamente y no debe confundirse con el hamartoma. La localización del tumor es un punto de discernimiento adicional, ya que estas lesiones se producen en los bronquios mayores y pueden aparecer como una encondrosis real de cartílago bronquial2.

Palabras claves:

  • CONDROMA/cirugía

Key words:

  • CHONDROMA/surgery

Cuando se hace referencia al grupo misceláneo de tumores que se presentan en el pulmón (de la compleja categoría de tumores mesenquimales benignos y malignos) se plantea que el fibroma, fibrosarcoma, leiomioma, lipoma, hemangioma y condromas, pueden encontrarse en este órgano, pero son raros. El condroma merece una breve descripción. Suele descubrirse casualmente como un foco redondeado opaco en la radiografía torácica, y produce lo que los radiólogos llaman lesión numular. Estas neoplasias rara vez se exceden de tres a cuatro centímetros de diámetro, y consisten principalmente en cartílago hialino-maduro. A veces poseen espacios quísticos o como hendiduras que pueden estar revestidas de epitelio respiratorio característico, las cuales pueden provocar errores de diagnóstico al tomar la muestra y realizar la biopsia3.

Presentación del paciente:

Se trata del paciente (ARC) de 53 años de edad. Historia Clínica 35041402004, fumador inveterado, con antecedentes de salud, salvo cifras terminales elevadas en varias ocasiones. En 1985 tuvo un accidente donde recibió lesión craneal con fractura lineal, y le quedó como secuela un síndrome vertiginoso. Desde 1986 comenzó a presentar neumopatías inflamatorias a repetición dos o tres veces al año, que han motivado varios ingresos. En esta última oportunidad, -enero de 1992- presentó tos, expectoración, fiebre < 38 oC y astenia. Se le realizó radiografía de tórax (Fig 1) donde se observó opacidad a nivel de vértice del pulmón izquierdo. Evolucionó satisfactoriamente con tratamiento médico; se le indicó seguimiento por consulta, donde se descubrió opacidad a nivel de región parahiliar izquierda, por lo que se decide su ingreso para estudio y tratamiento.

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Figura 1. Radiografía de tórax AP donde se aprecia en porción superior del hilio izquierdo una opacidad de aspecto "t", y elevación del hemidiafragma izquierdo.

Los complementarios realizados indicaban:

broncoscopia: tumoración exofítica de superficie lisa con proyección hacia el bronquio principal izquierdo en entrada de LSI.
biopsia endoscópica: discreta atipia epitelial (no malignidad).
PFR: Tendencia a patrón obstructivo.
TAC: Engrosamiento hiliar izquierdo franco aspecto 2 Lesiones inflamatorias en LSI (Figs 2-5).

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Fig. 2 Fig. 3

Figura 2. Examen tomográfico computadorizado, en el cual se observan signos de atrapamiento de aire en vértice del pulmón izquierdo.
Figura 3. Corte a nivel de la carina donde continúan observándose los mismos signos de atrapamiento aéreo.

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Fig. 4. Fig. 5.

Figura 4. Corte un poco inferior donde aparecen ambos bronquios principales y comienza a esbozarse la t endobronquial.
Figura 5. En este corte se observa masa t endobronquial, la cual correspondió a un condroma.

Esputos: negativos.
US abdominal: discretas esplenomegalia y hepatomegalia.
Hemoglobina: 14,2 g/dl.

Las cifras de otros complementarios realizados indicaron rango normal.

Basándose en estos indicadores se procedió a la intervención quirúrgica que se realizó éxitosamente. En la biopsia se obtuvo el resultado no esperado de condroma.

La evolución satisfactoria del paciente señala la necesidad del tratamiento quirúrgico. Es preciso destacar que la baja frecuencia de presentación de este diagnóstico hace que la presentación completa de un cuadro clínico como este sea material de consulta para análisis de tumores pulmonares de extraño aspecto.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Dillon, ML. Tumores benignos de tráquea y bronquios: condroma. En Sabiston, C. Tratado de patología quirúrgica. Ciudad de La Habana: Ed Científico-Técnica, 1985:2073-2074.
  2. Greenfield, LJ. Tumores benignos: adenomas bronquiales: condroma y osteocondromas. En Sabiston, C, Spencer, FC. Cirugía torácica. Ciudad de La Habana: Ed Científico-Técnica, 1994:504-505.
  3. Robbins, SL. Aparato respiratorio: tumores diversos. En su Patología estructural y funcional. Ciudad de La Habana: Ed Científico-Técnica, 1985



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