MEDICINA GENERAL INTEGRAL: ALGUNAS CONSIDERACIONES CONTEMPORÁNEAS

Anayda Alfonso Hidalgo

Texto completo:

PDF

Resumen

En Cuba tenemos el privilegio de haber heredado un valioso pensamiento médico-social: desde José Martí hasta Ernesto Guevara y Fidel Castro, quienes permanentemente llamaron a crear un cuerpo robusto, no con el trabajo de un médico eminente sobre un organismo débil, sino con el esfuerzo de toda la colectividad. Asimismo, hemos tenido insignes hombres de ciencias, encabezados por el doctor Carlos J. Finlay, pionero de la medicina social, y la oportunidad histórica de haberse constituido un grupo de dirección de la salud pública revolucionaria (década del 60), integrada por jóvenes médicos que devinieron en destacados organizadores del sistema de salud, y el hecho de haber existido un experimento médico-social en el período de oro de la Salud Pública de la antigua Unión Soviética, de cuyo modelo fueron tomadas tres ideas básicas y avanzadas para el futuro: a) La unidad del sistema de salud y su carácter planificador, b) la doctrina profiláctica y la institución del policlínico, y c) la paradoja de la medicina anterior a 1959, que  vinculaba la injusticia social más manifiesta con la difusión del pensamiento, las técnicas y los procedimientos de la medicina norteamericana1.


Creative Commons License
Este artículo está licenciado bajo la licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional .