Medicentro 2011;15(2)
UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS
“DR. SERAFÍN RUIZ DE ZÁRATE RUIZ”
SANTA CLARA, VILLA CLARA
ARTÍCULO DE REVISIÓN
INTOXICACIÓN POR PRODUCTOS DEL MAR
Lic. Raylen Escobar Román1 y MSc. Dr. Leonardo
Leiva Acebey2
______________
1.
Licenciado
en Ciencias Farmacéuticas. Universidad de Ciencias Médicas “Dr. Serafín Ruiz de
Zárate Ruiz”. Santa Clara, Villa Clara. Instructor. UCM-VC. e-mail. raylener@ucm.vcl.sld.cu
2.
Especialista
de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Toxicología Clínica.
Universidad de Ciencias Médicas “Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz”. Santa Clara,
Villa Clara. Asistente. Aspirante a Investigador. UCM-VC. e-mail. leonardola@ucm.vcl.sld.cu
Resumen
Las biotoxinas marinas son responsables de un número
importante de enfermedades asociadas con los productos del mar; debido al aumento
creciente de las intoxicaciones accidentales en el mundo y en Cuba, y a la
escasez de bibliografía con que cuentan los estudiantes y profesionales en
nuestro medio, se realizó una revisión bibliográfica de las principales toxinas
presentes en los productos del mar y de las enfermedades producidas por el
consumo de peces contaminados, para divulgar así su potencial toxicológico. Se realizó
una descripción de cada grupo por enfermedades y se destacó la causa de intoxicación,
las toxinas responsables, las especies potencialmente contaminadas, las principales
manifestaciones clínicas, así como las medidas fundamentales para un tratamiento
adecuado en caso de presentarse una intoxicación.
Descriptores DeCS: INTOXICACION
ALIMENTARIA TOXINAS MARINAS INTOXICACION POR
CIGUATERA |
Subject headings: FOOD POISONING MARINE TOXINS CIGUATERA POISONING |
La evolución del hombre, desde tiempos remotos, está
relacionada con la pesca; acción que enriquecía la caza, no solo de los
animales terrestres sino también de los diferentes peces y seres acuáticos que
habitaban en su entorno. Consecuente con su surgimiento en la tierra, el ser
humano, su adaptación al medio y la lucha por la supervivencia, entra en
contacto con sustancias tóxicas a todos los niveles; además, realiza un proceso
de selección de aquellos recursos vegetales, animales y minerales
indispensables para sus necesidades vitales y el mantenimiento de su especie.
La imagen del hombre, en relación con su alimentación,
aparece agresiva, creadora, investigadora, ligada a mitos y creencias, sociable
y comunicativa. El hambre ha sido siempre un acicate de primera magnitud para
estimular el desarrollo de determinadas conductas en relación con la producción
y distribución de los alimentos. Al inicio, el hombre primitivo fue cazador y
practicó la búsqueda de alimentos; luego se convirtió en agricultor y
recolector. Fue incorporando a su dieta las especies del hábitat más próximo, y
seleccionó los productos en función del acierto y el error, con sus correspondientes
consecuencias1-3.
ECOLOGÍA DE LAS ALGAS NOCIVAS Y SUS
EFECTOS
Las algas nocivas pueden producir
impactos drásticos sobre los recursos pesqueros y la salud pública, por lo que
la problemática vinculada a estos fenómenos ha adquirido gran relevancia en las
prioridades científicas a nivel mundial. A pesar de que estos eventos se informan
desde la antigüedad, la creciente explotación del medio costero por el hombre ha
dado lugar a un incremento del número de episodios nocivos registrados por
algas.
En el medio marino habita un grupo
de algas microscópicas unicelulares o microalgas: las algas planctónicas, que viven
libremente suspendidas en la columna de agua llamada fitoplancton; y las comunidades
bentónicas que de manera epifita viven sobre otros organismos, tales como
macroalgas, corales y esponjas. Dentro de las microalgas se encuentran especies que pueden
causar serios problemas a la economía, a la salud humana y a los ecosistemas
marinos; estas manifiestan sus efectos dañinos por proliferación de las
especies planctónicas, que pueden ser tóxicas o no. Por otra parte, ocurre la
producción de toxinas, tanto de especies epifitas como planctónicas.
Los factores que favorecen el
desarrollo de las algas nocivas están definidos mediante una acentuada estratificación: por aporte de agua dulce o por condiciones de fuerte
calma, y por radiación solar intensa o por cambios bruscos de salinidad y temperatura,
por la dirección y velocidad de los vientos que pueden cambiar el régimen de circulación
en la capa superficial de la plataforma, por baja turbulencia o por una elevada
disponibilidad de nutrientes, lo que puede ocurrir por contaminación y
eutrofización; resulta muy poco frecuente que estos dos últimos se expresen
simultáneamente.
Los
cambios en la coloración del mar, causados por especies tóxicas o no, pueden
ser de diferente coloración y forma, según la especie en cuestión que las
produzca; entre ellas se encuentran las llamadas mareas rojas. Estas causan problemas
estéticos que afectan a la industria del turismo y a los bañistas y, a su vez,
producen un desfavorable impacto sobre los ecosistemas marinos al producir hipoxia
y disminución de la vegetación sumergida, y por la muerte que causan a peces y
otros animales marinos. También se producen daños a la salud humana por
aerosoles y por viento, que transporta estos microorganismos y provocan afecciones
respiratorias e irritación ocular. Uno de los problemas más graves es la muerte
masiva de peces y la contaminación de los alimentos de origen marino, como moluscos
y peces, fundamentalmente, pues esto provoca intoxicaciones de personas y
animales domésticos. Esta situación causa daños a la economía del país y a la salud
pública, y conduce a la pérdida de la confianza de los consumidores en los
productos del mar.
Dentro de los grupos de microalgas
involucrados en eventos nocivos, se encuentran las diatomeas, productoras de mareas
rojas y floraciones algales. Estas pueden ser inocuas o tóxicas; no obstante, provocan
la muerte de peces por los daños que producen en las branquias, ya sea por
asfixia, debido a una sobreproducción de mucus en los casos en que son inocuas,
o por los efectos hemolíticos, en las tóxicas.
En otro grupo, se puede encontrar a las cianobacterias y dinoflagelados; estos
últimos producen, con mayor frecuencia, toxinas y mareas rojas1,4-7.
SIGNOS DE FRESCURA Y ATRASO EN EL
PESCADO
Los signos de frescura del pescado son de gran importancia
para evitar intoxicaciones posteriores. Entre ellos se destacan: las escamas,
que deben ser brillantes, firmes, intactas, bien adheridas, y deben mostrar
dificultad al desprenderlas. Las branquias deben ser de color rojo sanguíneo
más o menos intenso, pero siempre brillantes y las laminillas branquiales,
perfectamente visibles y diferenciables. Los ojos, salientes y móviles, deben
llenar toda la órbita mostrando viveza y
brillo. Las córneas deben ser claras, transparentes, brillantes y lustrosas. La
musculatura debe ser consistente, firme y brillante al corte. No debe conservar
huella a la presión digital. El vientre sin hinchar, cilíndrico y sin flacidez.
Las vísceras deben estar perfectamente diferenciadas unas de otras, el ano
permanecer totalmente cerrado y el olor del producto debe ser fresco, que
recuerde el mar, las plantas marinas y nunca debe repugnar. Sin embargo, en los
signos de atraso del pez se encuentra que las escamas estén deslustradas y fáciles
de desprender. Las branquias suelen estar secas, con coloraciones anormales de
diversos tonos, desde el verde gris al rojo pardo sucio. Además, suelen estar cubiertas
de mucosidades rojo-grisáceas, los ojos hundidos y las córneas turbias y opacas.
Los músculos suelen ser pegajosos y untuosos al tacto, fáciles de desprender de
las espinas, conservan la impresión digital, pierden el brillo blanco nacarado
del espinazo y aparece un color lechoso. El vientre está hinchado y las vísceras
parcial o totalmente confusas, no se pueden distinguir unas de otras, pues forman
una masa gelatinosa y uniforme. Las paredes abdominales se muestran
reblandecidas y frágiles, el ano permanece abierto y se ve con frecuencia el
prolapso del recto que forma una especie de tumoración. El olor, al principio,
se hace ácido, después amoniacal y, por último, pútrido y repugnante. El mal
olor se percibe en las branquias, en la cavidad abdominal y al practicar el
corte muscular8.
PRINCIPALES
INTOXICACIONES POR CONSUMO DE PRODUCTOS DEL MAR
Los tetraodóntidos son una familia
de peces teleóstomos, del orden de los tetraodontiformes o pletognatos, así
llamados por tener dos dientes grandes y robustos en cada mandíbula, cuyo
conjunto constituye un pico chato, que se observa a través de su corta y diminuta
boca. La cabeza es voluminosa, la piel está desnuda, sin placas ni escudetes,
al contrario de los otros peces del orden, pero es recia y presenta abundantes
púas. Son malos nadadores, pero inflan su vejiga natatoria, por lo que
adquieren una forma globosa, y con el dorso hacia abajo se dejan llevar por las
corrientes. Su piel y sus vísceras poseen tetradotoxina (TTX), que es una de las más potentes toxinas de la
naturaleza, debido a que causa un 11 % de letalidad. Las especies portadoras de
tal toxina son el pez globo, el pez erizo, el pez sol y el tamboril.
La
mejoría o no del cuadro clínico depende de la dosis, ya que esta puede ser
fatal. El período de incubación es habitualmente de 15 min a 3 horas. Entre los
primeros síntomas se encuentran las parestesias peribucales, los mareos y las náuseas.
Luego se puede experimentar acroparestesias, sensación de luminosidad o de
estar flotando, cefalea, vómitos, dolor abdominal, diarreas, lenguaje bulbar,
ataxia, debilidad muscular o hipotonía, parálisis flácida, paro respiratorio,
alucinaciones y cierto grado de somnolencia. La secuencia de aparición de las
manifestaciones clínicas puede no ser exacta, y durar desde algunas horas hasta
varios días9.
El tratamiento se debe comenzar rápido y de forma enérgica. Este
tipo de intoxicación carece de antídoto específico. Se debe provocar el vómito
o realizar lavado gástrico. Administrar preparados absorbentes, como el carbón
activado (1 g/Kg de peso), también la clara del huevo y la leche, así como la administración
de 100 ml de catártico manitol por vía oral. Se debe efectuar la intubación
endotraqueal o traqueotomía. En caso de trastorno respiratorio grave, se debe realizar
respiración artificial y oxigenoterapia, tratar el estado convulsivo, así como la
deshidratación. La medida terapéutica principal es no ingerir las especies portadoras1,10-23.
La escombroidosis, llamada también histaminosis o síndrome histaminérgico,
es producida por peces del género escombridae, y la histamina es el agente
causal, al ser estos peces de carnes oscuras ricas en aminoácido histidina.
Las especies
portadoras son el pez serrucho (Scomberomorus
maculatus), sierra (Scomberomorus cavalla), peto (Acanthocybium
solandri), atún (Thunnus thynnus), bonito (Sarda orientalis), sardina común (Sardinops
sagax), macarela o caballa (Scomberomorus japonicus), arenque (Harengula
thrissina), melva o barrilete
negro (Auxis rochei), jurel
o chicharro (Trachurus symmetricus), el pez pintado (Scomberomorus regalis), albacora
(Thunnus alalunga), ojudo o
atún patudo (Thunnus obesus), dorado o pez delfín (Coryphaena
hippurus), entre otras. Estos peces, ricos en el aminoácido
histidina, al no conservarse adecuadamente, no están exentos de la
proliferación bacteriana que, por mecanismos de descarboxilación, transforma la
histidina en histamina; al ser consumidos por el hombre, se produce el síndrome
histaminérgico. La histamina es resistente al calor, al cocido prolongado y a la
congelación24.
El
cuadro clínico se caracteriza por un período de incubación de
El
tratamiento profiláctico se basa en mantener una adecuada refrigeración y
conservación de los peces y un buen estado de hidratación en el paciente. El uso
de antihistamínicos, antieméticos y esteroides, según la intensidad del cuadro
clínico, son de gran eficacia. La epinefrina y otros β adrenérgicos deben administrarse
en casos graves1,10-23.
La ciguatera
es la más conocida y común de las intoxicaciones relacionadas con el consumo de
pescado. Fue descrita en el siglo XVI, es propia de áreas tropicales y
subtropicales, y es causada por la ingestión de peces que contienen toxinas
acumuladas a través de la cadena alimentaria, asociados con los arrecifes coralinos.
Las evaluaciones actuales sugieren
que alrededor de 25 000 personas al año en el mundo se intoxican consumiendo
peces ciguatotóxicos. La causa de la enfermedad está constituida por un
conjunto de toxinas, entre ellas se encuentran la ciguatoxina, maitotoxina, la escaritoxina,
la palitoxina y el ácido okadaico, que proceden de las algas verde azules de
los géneros Lyngbya, Gonyaulax, Gambierdiscus, Gymnodium, Pyrodinium,
dinoflagelados unicelulares y móviles. Éstas son las causantes de las conocidas
mareas rojas, que pueden presentarse al ascender la temperatura del agua por
encima de 10oC, típicas en el Caribe, Nueva Inglaterra, Mar del
Norte y Canal de
Entre
de los principales dinoflagelados tóxicos se encuentra el Gambierdiscus toxicus,
el de mayor importancia por ser el más común en la intoxicación por ciguatera;
otros de interés son el Prorocentrum lima (P. lima), el P. concavum, P. rathymun,
Ostreopsis siamensis (O. siamensis), O. ovata, O. lenticulares y Coolia monotis.
Se han
descrito varios factores que influyen en la proliferación de dinoflagelados
tóxicos y en la producción de toxinas, como son la alta salinidad, una temperatura
óptima de 27oC, con una tolerancia de
Entre las especies frecuentemente ciguatas se encuentra la picúa (Sphyraena), la barracuda, el aguají (Mycteroperca bonaci), el gallego (Caranx latus), el coronado (Seriola rivoliana), el bonaci gato (Mycteroperca tigris), el pez perro (Lachnolaimus
maximus), el jocú (Lutjanus jocú), el civil (Caranx
ruber),el pez cubera (Lutjanus cyanopterus), el medregal (Caranx ignobilis), la macarela española (Scomberomorus maculatus), la tiñosa (Caranx lugubris), la morena
verde (Gymnothorax funebris) y el pez loro (Scarus guacamaia).
Las
creencias populares erróneas
relacionadas con el pez ciguato, a nivel mundial y, en particular, en los
pescadores cubanos, son un aspecto de gran importancia a distinguir.
Generalmente se cree que el pez está ciguato por presentar escamas caedizas, por
mostrar baja resistencia a la captura, nado errático, dientes morados, cabeza
afinada, cuerpo flaco y sanguinolento, muerte inmediata luego de la captura, y cuando es rechazado por hormigas,
moscas y gatos. También se cree que una lasca de pescado está contaminada con
ciguatoxina si no se ve un arcoíris cuando se expone al sol, que el coco rayado
se vuelve verde si se cocina con pescados ciguatos, que una cuchara de plata se
deslustrará si se pone en una cazuela donde se cocinan especímenes ciguatos y
que se sentirá un hormigueo en los labios si hay contacto con un pez o marisco contaminado.
La experiencia profesional de casos atendidos por ciguatera desmiente estas
teorías populares que tratan de explicar las posibles características del pez
ciguato al tratar a pacientes, fundamentalmente pescadores de vasta experiencia,
que han consumido pescado sin estas características, supuestamente no ciguatos,
y han desarrollado la intoxicación.
La ciguatera es endémica de la región del Caribe y de las
zonas tropicales y subtropicales de la región indo-pacífica,
donde se producen entre 10 000 y 50 000 casos. En algunas islas del Caribe y
del Pacífico, donde los peces son la fuente principal de proteínas, la
incidencia anual de la intoxicación puede afectar al 10 % de su población. Con
el incremento de los viajes y la comercialización de peces de las zonas
tropicales, la incidencia de la enfermedad ha aumentado, aunque probablemente
existe un subregistro de ello. La tasa de mortalidad es de
Los síntomas y signos son variados, y el período de
incubación de la ciguatera es de minutos a 30 h. Los síntomas de esta
intoxicación pueden persistir días, semanas, meses o años; todo depende de: el
tipo de pez, la porción ingerida, la cantidad consumida, los antecedentes
previos de enfermedad, la zona geográfica, la toxina involucrada y las características
individuales. Las intoxicaciones por ciguatera se caracterizan por síntomas
gastrointestinales y neurológicos que van de ligeros a graves. Los individuos
intoxicados pueden presentar diarreas, vómitos, dolor y cólicos abdominales,
dolor al defecar, sabor metálico, hipo– o hipersalivación y deshidratación
secundaria, letargo, entumecimiento, inversión en la percepción de la temperatura,
picazón, hormigueos y dolores musculares9. Algunos de estos síntomas
pueden persistir durante muchos meses. El consumo de alcohol o de ciertos
alimentos, como otros peces, productos con sustancias potenciadoras del sabor a
pescado, la mantequilla de maní o carnes, como el pollo y el cerdo, pueden
inducir una recurrencia de los síntomas neurológicos. Los trastornos neurológicos
de mayor incidencia son la inversión de la curva de temperatura, parestesias en
extremidades y peribucales, disestesias
paradójicas, cefalea, ataxia, vértigo, convulsiones, agitación, delirios, alucinaciones,
extrapiramidalismo y rigidez de nuca. Los síntomas cardiovasculares más
frecuentes son: bradicardia, hipotensión, taquicardia, hipertermia, arritmias,
extrasístoles ventriculares y cambios de la onda T. Otros síntomas de interés son
los trastornos psiquiátricos: indiferencia, depresión, neurosis, histeria e
insomnio, astenia, debilidad muscular, artralgias, mialgias, parálisis musculares,
lagrimeo, odontalgia, disuria, fotofobia, ceguera, caída de pelos y uñas, que
ocurre con poca frecuencia, exacerbación del acné, prurito, eritema, partos
prematuros y abortos espontáneos, eyaculación dolorosa, posible transmisión
sexual, choque, fallo respiratorio, coma y muerte.
La conducta a seguir en estos casos es provocar el vómito y
realizar lavado gástrico, si han transcurrido menos de 4 h desde la ingestión
del pescado; administrar carbón activado (1 g/ Kg de peso) y manitol al 20 % EV en dosis de 1g/kg de peso en 1 h cada 12 h por uno o
dos días, si no hay hipotensión; en caso de haberla, se debe reponer volumen y
luego aplicarlo. Resulta de mucha eficacia la administración de sales de
calcio, como el gluconato de calcio al
10 % cada 8 o 12 h durante dos o tres días y continuar con una tableta
de lactato de calcio cada 8 h o cualquier otro preparado de calcio durante tres
semanas. La amitriptilina se administra si se presentan trastornos sensitivos o
prurito, y antihistamínicos si el
paciente experimenta prurito; además, se debe tratar la deshidratación y las
complicaciones, según su naturaleza. El paciente no debe ingerir productos del
mar ni bebidas alcohólicas en el tiempo de seis meses a un año después de la
intoxicación1,10- 23, 25- 27.
Summary
Marine
biotoxins are responsible for an important number of diseases which are
associated with sea species; due to the increase in accidental poisoning around
the world and here in Cuba, as well as, the lack of bibliography for students
and professionals of this study field, a bibliographical review of the main
toxins can be found in sea food products and diseases produced by the
consumption of contaminated fishes was carried out, in order to divulge their
toxicological potential. A description about the diseases in each group was
performed, and the cause of poisoning, responsible toxins, main clinic
manifestations, as well as, main measures for an adequate treatment in case of poisoning, was underlined.
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Recibido: 8
de septiembre de 2010
Aprobado:
14 de febrero de 2011
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