Para el médico, la responsabilidad representa patrones morales definidos por la naturaleza de la profesión, en permanente culto a las ideas de respeto a la persona, de lucha contra la enfermedad y la muerte, en busca de bienestar y justicia; todas esas ideas, aun cuando crean exigencias suplementarias y plantean a veces apremiantes problemas, hacen la dignidad del hombre1.