ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL Y SU INFLUENCIA EN UN GRUPO DE ADOLESCENTES

Medicentro 1998, 2(2)

CENTRO PROVINCIAL DE HIGIENE Y EPIDEMIOLOGA
SANTA CLARA. VILLA CLARA

ENFERMEDADES DE TRANSMISIN SEXUAL Y SU INFLUENCIA EN UN GRUPO DE ADOLESCENTES.

Por:

Dra. Mara de Lourdes Snchez lvarez *, Dra. Ana Margarita Mayor Puerta ** y Dr. Isidoro Snchez Daz ***

* Especialista de I Grado en Microbiologa. Instructor. ISCM -VC
** Especialista de I Grado en Microbiologa. Centro Provincial de Higiene y Epidemiologa. Santa Clara. VC.
*** Especialista de II Grado en Psiquiatra. Master en Psicologa Mdica.

Resumen

Se realiz un pesquisaje en 905 estudiantes del preuniversitario "Osvaldo Herrera" de Santa Clara, Villa Clara, entre 1992 –1993, el cual se aplic a los estudiantes de los diferentes grados del centro con la finalidad de investigar tres enfermedades de transmisin sexual: sfilis, hepatitis B y SIDA. El estudio se realiz mediante las tcnicas habituales para conocer la repercusin de estas enfermedades en los escolares que las padecieron, desde los ngulos biolgico, psicolgico y social. Se aplicaron entrevistas, pruebas psicolgicas y encuestas, tanto a los alumnos como a sus padres. Fueron encontrados 17 casos, de ellos 13 presentaron sfilis y 4 hepatitis B. No se hallaron estudiantes con SIDA. La ansiedad y la depresin fueron los sntomas ms frecuentemente encontrados con posterioridad al conocimiento de la enfermedad, con lo cual se demostr que estas enfermedades repercuten en el comportamiento biopsicosocial del adolescente. La comunicacin padre-hijo result favorable.

Descriptores DeCS:

  • ENFERMEDADES SEXUALMENTE TRANSMISIBLES
  • ADOLESCENCIA
  • HEPATITIS B
  • SNDROME DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA
  • SFILIS

Introduccin

La expresin "enfermedades de transmisin sexual " (ETS), que vino a sustituir a comienzos de los aos 70 la clsica denominacin de " enfermedades venreas" Incluye una serie de enfermedades de naturaleza infecciosa en las que la transmisin sexual reviste inters epidemiolgico, si bien en algunas de ellas no es el mecanismo de transmisin ms importante.

Este cambio se produjo por lo restrictivo que resultaba el trmino " enfermedades venreas," ya que clsicamente inclua cuatro enfermedades: sfilis, gonococia, linfogranuloma venreo y chancro blando. Por otra parte, la moderna expresin pone de relieve la importancia del mecanismo de transmisin asociado a las relaciones sexuales1.

Las ETS representan un problema de salud, tanto en pases desarrollados como en los que estn en vas de desarrollo, en los cuales se ha observado un aumento en los ltimos aos.

Numerosos agentes biolgicos han sido implicados como responsables de las ETS, dentro de los que se destacan el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus de la hepatitis B y bacterias como el Treponema pallidum, causante de la sfilis2.

El VIH fue identificado por primera vez en 1983 en el Instituto "Pasteur" de Pars; pertenece a la familia retroviridae. Su genoma est formado por dos cadenas de cido ribonucleico (ARN) donde se encuentra la enzima reverso transcriptasa, caracterstica de los retrovirus3. La rpida y amplia difusin de esta aparente nueva infeccin viral, se debe a su condicin de ser una ETS. La elevada e indiscriminada promiscuidad que se registra en los homosexuales hombres ha favorecido su propagacin4. Existen otras vas de transmisin, como son la sangre y hemoderivados y por va de transmisin transplacentaria. Hasta el momento, no se ha demostrado que se pueda transmitir por medio de la saliva, lgrimas y picaduras de mosquitos5.

El diagnstico de la infeccin por el VIH se realiza mediante pruebas de anticuerpos al VIH; los anticuerpos detectados normalmente se desarrollan a los tres meses de haberse adquirido la infeccin. Una prueba de anticuerpo confirmada como positiva significa que la persona est infectada con el VIH, y puede transmitir el virus a otras, aunque una prueba negativa, generalmente indica que una persona no est infectada. Las pruebas de anticuerpos no pueden descartar la posibilidad de infeccin, en caso de exposicin reciente. Cuando esto sucede, la prueba debe repetirse a los tres y seis meses de la exposicin6.

El Sndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA) es la manifestacin terminal de la infeccin por el VIH. El tiempo que transcurre desde la infeccin con el virus a la aparicin de los sntomas de la enfermedad oscila entre unos pocos meses y diez aos; por lo que sta se ha clasificado en cuatro perodos: preserolgico, portador asintomtico, de linfoadenopatas y de infecciones oportunistas.

El conocimiento ms importante sobre el virus de la hepatitis B comenz en 1964 con la observacin del antgeno conocido primero como "antgeno de Australia ", posteriormente asociado a la hepatitis A, y en la actualidad como "antgeno de superficie " de la hepatitis B (HBsAg). En el ao 1971 Dane y col describieron una partcula de 42 nm que estaba asociada al HbsAg, y tena la misma especificidad antignica, por lo que se propuso que esa partcula era el virus de la hepatitis B7.

La va de transmisin ms comnmente descrita de la hepatitis B es el contacto sexual; tambin existen otras formas de transmisin: la va parenteral -a travs de la sangre y hemoderivados - y la va transplacentaria 7-10.

El diagnstico de la hepatitis vrica se efecta por pruebas serolgicas de laboratorio. El perodo de incubacin de la hepatitis B oscila entre 40 y 180 das; la gravedad de la enfermedad, asociada a la infeccin provocada por el virus de la hepatitis B, vara mucho, pues la mayora de estas infecciones tienen escasas manifestaciones clnicas. Los sntomas en el curso clnico de la hepatitis B aguda son muy variados: prdida de apetito, nuseas, vmitos, mialgias, cefalalgia. La fiebre suele ser baja (37,5-38,5 ) y se presenta en ms de la mitad de los pacientes afectados. En la mayora de los pacientes sintomticos se observan molestias abdominales.

La hepatitis B puede comenzar por una erupcin cutnea, urticaria, poliartralgia y artritis 7.

La infeccin crnica provocada por el virus de la hepatitis B a menudo resulta asintomtica, y puede evolucionar hacia una hepatitis crnica persistente o una hepatitis crnica activa.

La sfilis fue reconocida por primera vez en Europa a finales del siglo XV, cuando la enfermedad apareci por primera vez en reas del Mediterrneo, y lleg rpidamente a proporciones epidmicas en esa poca. El Treponema pallidum, agente causal, fue descubierto en 1905 por Schaudinn y Hoffman, y la infeccin se produce a travs de las mucosas; se clasifica en precoz y tarda.

El contagio se realiza preferentemente a partir de lesiones con abundantes Treponemas, hmedas y exudativas, que afectan regiones expuestas a los contactos, y que por ser indoloras y discretas pasan inadvertidas. La transmisin extragenital directa o indirecta es ms rara 11.

La lesin principal de la sfilis primaria es un chancro que generalmente aparece en el punto de inoculacin, despus de un perodo de incubacin de 10 a 90 das(promedio 21 das).

El chancro clsico aparece generalmente como una ppula, la cual sufre una serie de cambios; se produce una erosin superficial y puede surgir un ligero exudado seroso con la formacin de una costra fina, griscea y ligeramente hemorrgica. La base del chancro es lisa y con bordes elevados. Los chancros son indoloros, por lo general, no sufren infecciones secundarias; tradicionalmente es una lesin nica; pero no es raro que aparezcan lesiones mltiples. En la mujer los chancros se localizan frecuentemente en el cuello uterino, por lo que su presencia slo es detectable despus de una exploracin con espculo7.

En nuestro medio, la sfilis secundaria y terciaria no es frecuente debido a la atencin primaria de salud.

Existen diferentes tcnicas serolgicas para diagnosticar la sfilis. En la actualidad la ms ampliamente utilizada es la VDRL (Venereal Disease Research Laboratory)12.

En el mundo actual, los cambios en los hbitos sociales, los comportamientos sexuales, y las consecuencias de la urbanizacin y movilizacin demogrficas, desempean un papel importante en la incidencia de las enfermedades de transmisin sexual; lamentablemente, los sistemas de vigilancia epidemiolgica y la informacin son poco confiables en la mayora de los pases.

La incidencia ms alta se encuentra en el grupo de 20 a 24 aos, seguido por los de 15 a 19 aos, y 25 a 29 aos. A pesar de que la tasa de morbilidad total es ms elevada en el sexo masculino, las complicaciones de estas enfermedades son ms severas en el femenino debido, en parte, a la mayor prontitud con que los hombres recurren a los medios de diagnstico y tratamiento. El SIDA constituye un problema de salud de alcance mundial. Alrededor del 50% de los infectados por el VIH son menores de 25 aos 13.

En Cuba las enfermedades de transmisin sexual se han incrementado y estn siendo objeto de atencin especial. Hasta junio de 1989 se haban detectado 308 seropositivos al agente del SIDA en grupos de riesgo y poblacin general. Se ha especulado mucho acerca de la conducta actual de los adolescentes, pero son pocos los estudios que se han dedicado a este tema. Es evidente que han aumentado las ETS en la adolescencia, y que cada vez son ms los adolescentes, fundamentalmente los comprendidos entre las edades de 15 a 20 aos, que padecen este tipo de enfermedad. Sin embargo, no existen datos fiables sobre la conducta sexual de los adolescentes.

El adolescente pber tiene que enfrentarse a las repercusiones fsicas y psicolgicas combinadas del proceso de desarrollo. Aunque todava no es un adulto, en el sentido legal y econmico de la palabra, el adolescente ya ha dejado de ser un nio, como evidencia rpidamente el hecho de que sus padres, maestros y compaeros comienzan a ejercer presiones sobre el joven. Se incita al adolescente a desarrollar responsabilidad propia e independencia, pero se imponen a menudo restricciones contradictorias que limitan las dimensiones de este desarrollo personal. El adolescente, varn o mujer, se encuentra atrapado en medio de un dilema al parecer insoluble; quizs sta sea una de las causas por la que, en los ltimos aos, las conductas sexuales inadecuadas hayan alcanzado niveles tan sorprendentes.

La actividad sexual durante la adolescencia puede tomar direcciones muy diferentes. Sorenson14 identifica varias razones por las que un adolescente (varn o hembra) puede escoger ser sexualmente activo: por placer fsico, como medio de comunicacin, para experimentar nuevas sensaciones, como indicacin de madurez personal, como manera de igualarse a sus compaeros, como reto a los padres y a la sociedad, como premio o castigo, como un escape de la soledad o como huida de otras tensiones.

Los adolescentes que deciden seguir sus impulsos o sentimientos sexuales suelen ser tachados de dejarse arrastrar por un comportamiento que indica un control de la personalidad poco adaptado. Como observaba Gadpaille: "En cualquier edad, toda actividad sexual que no est provocada por autntico impulso ertico y excitacin sexual es indicio de que est expresando algn conflicto emocional "15

Cuando relacionamos las ETS en el adolescente, podemos plantear, que aunque algunas de ellas no causan disfuncin directa en la actividad sexual, s pueden provocar una carga emotiva considerable en el paciente infectado. Esta carga emocional debe ser tenida en cuenta cuando se procede al tratamiento. Los profesionales de la salud deben evitar todo juicio personal o moral en el trato con el paciente, y ser sensibles a la posible estigmatizacin que suele acompaar al diagnstico de una enfermedad de transmisin sexual 16.

Si el paciente se siente incmodo con las personas que le diagnostican o le aplican el tratamiento, es posible que no llegue a completar el tratamiento adecuado, que no asista a las necesarias evaluaciones de seguimiento y que no coopere en la identificacin de sus compaeros sexuales, que tambin se han expuesto a la infeccin. Adems, la repercusin de un episodio de enfermedad venrea, en algunos pacientes, es tan intensa que pueden verse acosados por sentimientos de culpabilidad y considerar la enfermedad venrea un justo castigo por una conducta sexual "inadecuada "; o pueden ser vctimas de un temor tal, que se alejen por completo de cualquier actividad sexual, solucin que difcilmente va a beneficiar el estado general de salud. Los pacientes deben ser educados en las realidades bsicas de las enfermedades venreas, medios de prevencin, inclusive, y este tipo de educacin debe incluir a todos los grupos de edades de personas sexualmente activas, especialmente al adolescente, por sus caractersticas17.

La morbilidad de las enfermedades de transmisin sexual en el adolescente ha experimentado un ascenso gradual en nuestra sociedad, y representa un alto porcentaje de los trastornos que ms repercuten en el comportamiento psicosocial del adolescente aparentemente sano. Estas enfermedades le provocan ciertos trastornos: ansiedad, depresin, falta de comunicacin y relacin con los dems adolescentes, con la familia, rechazo al estudio y conductas sexuales inapropiadas 17.

Esta problemtica se acenta an ms, por estar ubicado nuestro Instituto Preuniversitario (IPU) frente al parque "Leoncio Vidal", zona que es frecuentada por jvenes que no mantienen una conducta social adecuada, generalmente, lo que influye en nuestros estudiantes por el roce que entre ellos existe. Debido a ello, la Unin de Jvenes Comunistas, en coordinacin con los Ministerios de Salud y Educacin, tomaron la iniciativa de crear un consultorio mdico en este centro, para desarrollar un punto de partida a la familia, el medio social y la escuela, en el que son bsicas la educacin, promocin y prevencin de salud.

Nuestro objetivo de trabajo es comprobar y demostrar la repercusin de este tipo de enfermedades en los adolescentes, as como dejar esclarecida la importancia de la atencin del mdico general integral y del control directo que ste puede realizar

Material y Mtodo

Nuestro universo estuvo conformado por 948 estudiantes del IPU "Osvaldo Herrera" que constituyen la matrcula total del centro.

De ellos, se estudiaron 905 muestras de sangre venosa en mayo de 1992. Se aplic la tcnica de ELISA competitiva para determinar la presencia de anticuerpos contra el virus de inmunodeficiecia humana (VIH) y la tcnica de ELISA de doble anticuerpo para la determinacin del antgeno de superficie al virus de la hepatitis B (HbsAg). Para el diagnstico de la sfilis se emple la tcnica VDRL, que es la ms utilizada.

Nuestras muestras arrojaron un total de 17 pacientes; con ETS, 13 fueron positivos al examen de sfilis y 4 positivos a la prueba de hepatitis B, ninguno fue positivo al VIH. A esta muestra de adolescentes enfermos se le aplic una encuesta y diferentes pruebas para medir estado de ansiedad, de depresin y necesidad de orientacin con respecto a diferentes aspectos.

A los padres de estos alumnos tambin se les aplic encuestas para medir la relacin con su hijo en este momento.

Los procedimientos utilizados para descubrir los adolescentes afectados por estas tres enfermedades de transmisin sexual fueron:

1. Pesquisaje masivo

- Sfilis (tcnica de serologa VDRL)
- SIDA (VIH)
- Hepatitis B (HBsAg)

2. Confeccin de la historia clnica del escolar a la totalidad de la muestra.

3. Aplicacin de una encuesta a todos los adolescentes portadores y a sus padres, con las cuales se evaluaron diferentes aspectos que incluyen la relacin entre ambos.

4. Aplicacin de diferentes pruebas psicolgicas a los enfermos que constituyen la muestra:

Inventario de problemas juveniles
Test de Idare
Test de Beck

Despus de realizado este trabajo, los estudiantes enfermos fueron remitidos a las enfermeras encuestadoras de las diferentes reas de salud, para conocer sus relaciones sexuales y as ejercer un mejor control sobre las enfermedades objeto de estudio. Desde el punto de vista estadstico se utiliz la prueba de Hiptesis para comparar por cientos muestrales (prueba de Student ) y la prueba de independencia con la distribucin de Chi cuadrado, y se emplearon los niveles significativos del 0,05, 0,01 y 0,001 de probabilidades de cometer error de tipo I, los que llamaremos: significativo, altamente significativo y muy altamente significativo, respectivamente. Adems, se confeccionaron tablas estadsticas para la exposicin de los resultados, y en algunas de stas se emple el clculo de la tasa.

Frmula para calcular la tasa:

Tasa = ( No. de enfermos x 1000) / Poblacin estudiad

Resultados y Discusin

Al analizar los resultados de la tabla 1, se observ que casi la totalidad de los alumnos fueron pesquisados; solamente al 4,5% no se les tom la muestra porque se negaron, y se detectaron un total de 17 enfermos que significa un 1,7% del total de estudiados.

Tabla 1 Relacin entre matrcula total, alumnos pesquisados y enfermos con el grado de escolaridad. IPU "Osvaldo Herrera". Santa clara. 1992-1993

Grado escolar Matrícula Alumnos pesquisados Alumnos no pesquisados Alumnos enfermos
No. % No. % No. %
10mo. 115 115 100 0 0 0 0
11no. 308 300 97,4 8 2,5 3 0,9
12mo. 525 490 93,3 35 6,6 14 2,6
TOTAL 948 905 95,4 43 4,5 17 1,7

Este resultado es algo relevante, si lo comparamos con un estudio realizado en el Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas "Jess Menndez", donde no se encontraron enfermos. En esto puede influir el rgimen disciplinario que se lleva en un centro interno, lo cual permite que los alumnos estn ms controlados y que tengan ocupada la mayor parte de su tiempo libre. Es bueno sealar tambin que el hecho de pertenecer a un preuniversitario de Ciencias Exactas implica que sean alumnos seleccionados y que tengan caractersticas especiales dentro de nuestra juventud. Se realiz la toma de muestra a la totalidad de los alumnos de dcimo grado, y no se encontraron enfermos: todo lo contrario sucedi en duodcimo grado, donde se detect la mayora de los casos. Esto debe estar dado porque generalmente el adolescente de este nivel es ms independiente, su conducta sexual est ms definida y el roce con sus compaeros es ms acentuado 18.

La hepatitis B se present en 4 estudiantes (0,8 %) de duodcimo grado, la sfilis en 3, lo que represent un 1% en onceno grado y un 2% en duodcimo, por lo que concluimos que este nivel de escolaridad fue el ms afectado (tabla 2).

Tabla 2 Positividad segn sexo en las ETS. IPU "Osvaldo Herrera". Santa Clara.1992-1993

ETS SEXO TOTAL
Femenino (613) Masculino (292) 905
No. Tasa No. Tasa No, Tasa
SIDA 0 0 0 0 0 0
Hepatitis 2 3,3 2 6,8 4 4,4
Sífilis 11 17,9 2 6,8 13 14,4
TOTAL 13 21,2 4 13,7 17 18,8

Se enfermaron de sfilis 20, (4 alumnos por cada mil) y enfermaron de hepatitis B 8,2 por cada 1000.

Estudios realizado en 1987 en secundarias y preuniversitarios en diferentes estados de los Estados Unidos evidenciaron un alto porcentaje de portadores de VIH, lo que difiere significativamente de nuestro estudio19. No podemos obviar que en nuestras escuelas existen mdicos de familia encargados de realizar una labor educativa, preventiva y de control sobre el VIH-SIDA. En nuestra provincia estas enfermedades han presentado un gradual ascenso en estos grupos de edades, principalmente por no usar medios de proteccin en las relaciones sexuales.

Al analizar la relacin entre la morbilidad de las enfermedades de transmisin sexual estudiadas y el sexo (tabla 3) se observ que fue mucho ms alta la tasa de morbilidad en el sexo femenino que en el masculino (21,2 y 13,7) por cada mil estudiados, respectivamente. En el sexo femenino contrajeron sfilis 11 estudiantes, para una tasa de 17,9 por 1000, lo cual difiere significativamente del masculino, donde no hubo predominio de ninguna de las dos enfermedades. En el anlisis del total de las enfermedades, sin tener en cuenta sexo, la sfilis alcanz una tasa de 14,4 por 1000 estudiantes, por lo que se diferencia significativamente (p< 0,05) con respecto a la hepatitis B, cuya tasa fue de 4,4 por cada 1000 de ellos. Esto indica que por cada enfermo de hepatitis B se presentaron 3,3 de sfilis. La morbilidad de sfilis en el valor total, sin analizar el sexo, posee diferencias significativas con respecto al resto de las tasas de morbilidad de otras enfermedades ms frecuentes en el sexo femenino. Estudios efectuados en Colombia (1990) y en Per arrojan que el padecimiento fue tres veces mayor en el sexo masculino20,22.

Tabla 3 Relacin de la edad con el sexo de los alumnos estudiados con ETS. IPU "Osvaldo Herrera". Santa Clara. 1992-1993.

Edad Sexo Total
Femenino Masculino
No. Tasa No. Tasa No. Tasa
(F 89) 15 años(M 26) 0 0 0 0 0 0
(F 200) 16 años (M 75) 1 5,0 0 0 1 3,6
(F 308) 17 años (M 181) 9 29,2 3 16,6 12 24,5
(F 16) 18 años (M 10) 3 187,5 1 100,0 4 153,8
(F 613) Total (M 292) 13 21,2 4 13,7 17 18,8

La ansiedad y la depresin fueron las alteraciones psicolgicas ms frecuentes en los enfermos, para un 64,7 y un 58,8 respectivamente, seguidas de irritabilidad y trastornos del sueo.

Existe una dependencia significativa entre la conducta sexual y la comunicacin posterior a la enfermedad (X2=11,086; GR=3; p< 0,05) segn prueba de independencia con la distribucin de Chi cuadrado; es decir, que el porcentaje de positividad y negatividad va a depender del aspecto de la comunicacin, y fue ms positiva en la comunicacin del problema a la pareja, con un 64,7 %; en la comunicacin a los padres, el porcentaje fue similar. Por el contrario, se comport de forma ms negativa en la conducta sexual con la pareja (82,4%) y en la comunicacin a los amigos (64,7%).

Los resultados anteriores se deben a que es la familia la que educa realmente y quien forma los valores bsicos acerca del sexo y la sexualidad, as como los patrones culturales y los roles sexuales.

La conducta sexual con la pareja obtuvo un alto porcentaje de negatividad, debido a que en esta edad la mayor parte de las relaciones no son slidas sino inmaduras, y sin otro propsito que el de la satisfaccin personal (tabla 4).

Tabla 4 Conducta sexual y comunicacin posterior a la enfermedad. IPU "Osvaldo Herrera". Santa Clara. 1992-1993

Aspectos de la comunicación

Positiva

Negativa
No. % No. %
Conductas sexual con la pareja 3 17,6 14 82,4
Comunicación del problema a la pareja 11 64,7 6 35,3
Comunicación a los padres 11 64,7 6 34,3
Comunicación a los amigos 6 35,3 11 64,7

La dificultad para concentrarse fue la ms observada con posterioridad a la enfermedad, (10 pacientes para un 58%), seguida de la participacin extraescolar (9 pacientes, que represent un 52%) La asistencia y la puntualidad no fueron representativas, pues los escolares sintieron gran preocupacin por ambas para no afectar su aprendizaje.

Al analizar la relacin que existe entre los padres y sus hijos (tabla 5) se observ que los porcentajes ms elevados en cuanto a la intensidad de la relacin que presentan con mucha frecuencia los padres y madres es de 45,1 % y 42,9 % respectivamente. En la categora de afecto, los mayores por cientos se presentaron en "con mucha frecuencia " con un 70,6 % en la madre y 66,1% en el padre, por lo que no existen diferencias muy altamente significativas (p< 0,001) con el resto de las categoras. En "relaciones con los amigos" el mayor porcentaje en las madres se present en "con mucha frecuencia" en 47,1%, y en los padres en "con mucha frecuencia" con un 32,1%. En convivencia, los mayores porcentajes de la intensidad de la relacin se presentaron en "con mucha frecuencia "; en la madre (41,2%) y en el padre en un 38,8 %. La relacin que los padres establecieron con los hijos fue positiva en las diferentes categoras, lo cual qued demostrado en que stos les comunicaron a los padres su enfermedad; esto hace visible la reciprocidad altamente positiva en estas relaciones.

Tabla 5 Relacin de los padres con sus hijos.

IPU " Osvaldo Herrera". Santa Clara.1992-1993.

Aspectos de la relación

Intensidad de la relación

Con mucha frecuencia

Con poca frecuencia

A veces Casi nunca

Madre

Padre

Madre

Padre

Madre

Padre

Madre

Padre

No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. % No. %

(M 51)

Sexualidad

(P 42)

23 45,1 18 42,9 15 29,4 5 11,9 7 13,7 9 21,4 6 11,8 10 23,8

(M 68)

Afecto

(P 56)

48 70,6 37 66,1 14 20,6 14 25,0 5 7,4 4 7,1 1 1,5 1 1,8

(M 34)

Relaciones con amigos

(P 28)

16 47,1 9 32,1 9 26,5

11

39,3

8

23,5

5

17,9

1

2,9

3

10,7

(M 19)

Convivencia

(P 98)

49

41,2

38

38,8

35

29,4

31

31,6

29

24,4

22

22,4

6

5,0

7

7,1

(M 72)

TOTAL

(P 24)

136

50,0

102

45,5

73

26,8

61

27,2

49

18,0

40

17,9

14

5,1

21

9,4

Con relacin a los problemas juveniles podemos aseverar que es mucho mayor el nmero de escolares que no requieren orientacin que los que la necesitan, con excepcin del aspecto acerca de sus compaeros; una elevada cifra (94,1%) no necesita orientacin, por lo que existen diferencias altamente significativas (p< 0,001); referente a las relaciones con la escuela, existen diferencias significativas (p<0,001) entre los porcentajes de los que no necesitan orientacin y los que s la precisan (82,3% y 17,6%). Nuestros resultados coinciden con los obtenidos en un estudio realizado en un estado de Estados Unidos, donde las encuestas a jvenes evidenciaron que stos presentaban una conducta poco comunicativa, poco seguridad en s mismos, y la totalidad coincida en que reciba muy poca orientacin para enfrentar sus problemas y superarlos. Entre nuestros pacientes, 8 presentaron depresin leve y 5 depresin moderada, para un total de 13, lo que demuestra que estas enfermedades pueden dejar estigmas psicolgicos en quienes las padecen.

La idea de intento suicida en estudiantes con depresin moderada correspondi a 4 (80 %), lo cual tiene diferencia significativa (p< 0,05) con los que presentaron depresin leve, en quienes no se presentaron estas ideas.

En nuestra investigacin, los 17 casos positivos curaron (100%). Slo dos de ellos necesitaron tratamiento psiquitrico, y fueron los que presentaron dificultad en su tratamiento y manifestaron ideas suicidas.

La deteccin y seguimiento de la enfermedad fue realizada por el mdico de la familia del centro, avalado por los datos del laboratorio.

Summary

Nine hundred and five students from the High School "Osvaldo Herrera "of Santa Clara city, Villa Clara province were screened during 1992 -1993 to investigate three sexually transmitted diseases, syphilis, hepatitis B, and AIDS. The study was carried out using the common techniques to determine the effect of these diseases on students from the biological, psychological and social points of view. Interviews, psychological test and inquiries were carried out in both students and parents. 17 cases were found: 13 of syphilis and 4 of hepatitis B. No students suffering from AIDS were found. Anxiety and depression were the most frecuently found symtoms after diagnosis; thus it was shown that these diseases influence on the bio-psycho-social behaviour of adolescents. Parent-child relation was favorable.

Subject headings:

  • SEXUALLY TRANSMITTED DISEASES
  • ADOLESCENCE
  • HEPATITIS B
  • ADQUIRED IMMUNODEFICIENCY SYNDROME
  • SYPHILIS

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