DIVORCIO Y DISFUNCIÓN PATERNA
Lic. Ernesto Rodríguez García1, Dra. Yohanna Machín Quintero2, Lic. Dalgys Pérez Luján1 y Dra. María Antonia Riera Milián4
1. Licenciado en Psicología. Master en Ciencias de la Educación Superior. Asistente. ISCM-VC.
Policlínico Docente "Capitán Roberto Fleites". Santa Clara, Villa Clara.
2. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Policlínico Docente "Capitán Roberto Fleites".
Santa Clara, Villa Clara.
3. Licenciada en Psicología. Doctora en Ciencias Pedagógicas. Universidad Central "Marta Abreu" de
Las Villas.
4. Doctora en Ciencias Psicológicas. Profesora Auxiliar. Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.
RESUMEN
Este estudio tiene como propósito determinar el grado de relación entre el divorcio y la disfunción paterna en una muestra de 220 familias: 110 de padres casados y 110 de padres divorciados, con hijos entre 1 y 15 años de edad, pertenecientes al policlínico "Capitán Roberto Fleites". Como instrumento esencial se utilizó la entrevista. Los datos se procesaron mediante análisis estadístico cuantitativo y se aplicó la prueba de independencia con la distribución de Chi cuadrado y pruebas de hipótesis para dos por cientos. Para el análisis de los resultados se realizó una valoración cualitativa. En los padres casados predominaron los funcionales y en los divorciados sobresalieron los pasivos y no afectuosos; existió un incremento muy significativo de la disfuncionalidad. Se recomienda fortalecer las acciones educativas para estrechar los lazos afectivos entre los padres divorciados y sus hijos
Descriptores DeCS: RELACIONES PADRE-HIJO, DIVORCIO, FAMILIA, PATERNIDAD
SUMMARY
This study is aimed at determining the relation between divorce and father dysfunction in a sample of 220 families, 110 married parents and 110 divorced parents with children of 1 to 15 years of age belonging to the polyclinic "Capitan Roberto Fleites". The interview was used as the main tool for the study. The data were processed using the quantitative statistical analysis, and the independence test with Chi-squared distribution and hypothesis percentage test were applied. Results were shown in tables with a qualitative assessment. In the group of married parents, the functional fathers predominate, and in the divorced group, the passive and non-affective ones with a significant increase of dysfunctionality. An enhancement of educative actions is recommended to improve the affective relation between the divorced parents and their children.
Subject headings: FATHER-CHILD RELATIONS, DIVORCE, FAMILY, PATERNITY
INTRODUCCIÓN
En el desarrollo del ciclo vital de una familia se viven una serie de acontecimientos que no siempre son fáciles de enfrentar. Algunos de estos sucesos son peligrosos para el normal ajuste emocional del niño. Muchos de ellos ocurren ajenos a la voluntad de las personas implicadas, como las muertes, enfermedades o accidentes. Lamentablemente, otros son evitables, porque ocurren por conductas inadecuadas o incapacidad para enfrentar la vida de modo más responsable; este es el caso de conducir el divorcio de forma inapropiada1-3.
Si la ausencia física del padre no va acompañada del abandono afectivo, si las situaciones que preceden, acompañan y suceden al divorcio no han sido en extremo tensas y difíciles, si el padre sigue desempeñando sus responsabilidades ante el hijo, la separación es asimilada progresivamente por el niño como algo que atañe a sus padres, pero no a él directamente, porque sus padres lo siguen queriendo y atendiendo como antes. Lamentablemente no siempre ocurre así; en ocasiones, al romperse el vínculo matrimonial el padre se convierte en una persona no solo ausente físicamente, sino con frecuencia la ausencia es también afectiva, lo que ocasiona daños psicológicos irreversibles en el niño4,5.
Así, la presencia del padre está desapareciendo del horizonte vital de muchos niños en la medida que aumentan los divorcios6,7. Al ocurrir la separación familiar, lo más importante es analizar la actitud que adoptan los padres ante este hecho8-10.
En nuestro país, aún son escasos los estudios sobre la importancia de esta disfunción paterna en el desarrollo emocional del niño y su vinculación con el divorcio11,12, por lo que mediante este trabajo, nos propusimos determinar el grado de relación entre el divorcio y la disfunción paterna.
MÉTODOS
Se realizó un estudio analítico, para lo cual se trabajó con una muestra aleatoria en la que fueron seleccionadas 220 familias; de ellas, 110 de padres casados y 110 con padres divorciados, de la población perteneciente al Policlínico Docente "Capitán Roberto Fleites" del municipio de Santa Clara. Los niños en las familias analizadas estaban comprendidos en edades entre 1 y 15 años.
Se utilizó la entrevista como instrumento esencial para tratar la temática referida, por las posibilidades que ofrece para la obtención de información. Estas no solo se dirigieron al padre, sino también a la madre y a otros familiares cercanos al niño, para poder triangular la información y determinar si lo manifestado por una fuente era corroborado por la otra.
Los principales aspectos analizados en la entrevista fueron:
- Valoración del padre acerca de su participación en la vida del niño.
- Valoración de la madre acerca de la participación del padre en la vida del niño.
- Valoración de familiares cercanos acerca de la participación del padre en la vida del niño.
El procesamiento de los datos se realizó a partir de un análisis cuantitativo. Con la finalidad de probar la posible asociación entre las variables vinculadas al divorcio y la disfunción paterna, se realizaron tablas de contingencia y se aplicó la prueba de independencia con la distribución de Chi cuadrado. Además, se aplicaron pruebas de hipótesis para comparar dos por cientos; se utilizaron los intervalos de confianza para estimar los por cientos poblacionales, así como los niveles significativos de 0,05 y 0,01 de probabilidad de cometer el error de tipo I, los que llamaremos significativos y altamente significativos respectivamente; con estos niveles significativos se correspondieron los intervalos de confianza, con un grado de confiabilidad de 95 y 99 %.
RESULTADOS
Se analizó el estado civil actual del padre en relación con la disfunción o no disfunción paterna en una muestra de padres divorciados (Tabla 1), y se observó que 73 (66,3 % de la muestra total) fueron hombres que contrajeron nuevamente matrimonio. De ellos, 43 se comportaron como padres pasivos y no afectuosos, lo que constituye una cifra significativa.
Los padres que no han reanudaron su vida sentimental con otra mujer fueron 29 (26,3 %); lo significativo en ellos es que en los estados disfuncionales, la cifra ligeramente superior fue de padres pasivos y afectuosos: 10 (9,09 %), y los valores de padres pasivos y no afectuosos y activos y afectuosos fueron iguales: 8 (7,2 %). Si analizamos la existencia de lazos afectivos padre- hijo, lo conservaron 18 de los 29 padres (62 %), lo que es un signo positivo en este estado civil.
Estos padres, al permanecer solos, pueden volcar el afecto en sus hijos sin que sea entorpecido por otras personas.
De acuerdo con los resultados que se observan en la tabla 2, los padres activos y afectuosos y los pasivos y afectuosos se caracterizan por tener buenas relaciones con la madre; las cifras fueron coincidentes: 15 (13,6 %), aunque fue ligeramente significativa en los padres funcionales, porque su número en la muestra total fue menor.
Cuando la observación la dirigimos a los padres pasivos y no afectuosos, se puede observar que ninguno tenía buenas relaciones con la madre; los valores más significativos estuvieron en las malas relaciones: 30 (27,3 %) y nulas 14 (12,7 %). Cuando en las entrevistas se indagó sobre los motivos de este comportamiento, los padres manifestaron que se debía a las causas que motivaron el divorcio; las madres compartieron este criterio, pero agregaron en algunos casos la falta de atención afectiva-educativa y la manutención económica para los hijos después del divorcio.
El análisis estadístico refleja una relación altamente significativa (p < 0,01) con una confiabilidad de 95 %.
Cuando se analizaron los padres activos y afectuosos, se halló que de un total de 25 que tenían estas características antes del divorcio, 20 (80,0 %) las conservaron después de que se produjo el mismo, y solo un número muy reducido se convirtió en padres disfuncionales (tabla 3). Consideramos de extrema importancia estos resultados, pues demuestran que cuando los padres se comprometen afectiva y educativamente con sus hijos, llegan a constituir una sociedad tan fuerte que ni la separación puede disolver.
Al valorar el comportamiento de los distintos tipos disfuncionales, comenzaremos analizando los padres pasivos y afectuosos: de los 41, 22 (53,7 %) conservaron esta conducta disfuncional después de la separación, y 19 (46,3 %) pasaron a la forma más patógena de la disfuncionalidad.
En relación con los padres activos y no afectuosos, de un total de 30 que conformaban esta muestra, solo 8 (26.7%) se mantuvieron con estas características; el resto 22 (73,3 %) se convirtió en padres pasivos y no afectuosos.
Al analizar cuantitativamente los padres con estas características (padres pasivos y no afectuosos), una vez ocurrida la separación, los resultados fueron en extremo preocupantes, ya que de 14, el 100% conservó este comportamiento disfuncional, y la cifra se incrementó a 56 (50,9 %) del total de la muestra, pues como hemos valorado, se nutrió con padres que antes del divorcio se encontraban en otras categorías de disfuncionalidad.
Para determinar si existe diferencia estadística entre el por ciento anterior al divorcio y el posterior, se procedió a calcular los intervalos de confianza de 95 % y 99 % para estimar el por ciento poblacional: se consideró que este es el anterior al divorcio.
En la primera categoría (padres activos y afectuosos) no existió diferencia significativa (p > 0,05).
En el resto de las categorías (padres pasivos y afectuosos, padres activos no afectuosos y los padres pasivos y no afectuosos), existió una diferencia altamente significativa (p < 0,01).
Al analizar los padres activos y afectuosos, de 67 (30,4 %) que representan el total de los mismos, 47 (21,3 %) eran padres casados, mientras que solo 20 (9,09 %) estaban divorciados.
Si valoramos la situación de los padres activos y no afectuosos existió un marcado predominio en los casados: 25 (11,3 %) con respecto a los divorciados: 8 (3,6 %). El estado más crítico de disfunción paterna estuvo centrado, en su gran mayoría, por padres divorciados: 56 (25,4 %). Es en este estado disfuncional también encontramos padres casados, pero en un número muy reducido: 4 (1,8 %) (Tabla 4).
DISCUSIÓN
Debemos señalar que la disfunción paterna está presente en ambas muestras, pero se manifiesta de forma más crítica en los padres divorciados. De acuerdo con el análisis estadístico, hay una dependencia muy significativa entre estas dos variables (p < 0,01). Esto está determinado por varias causas, que en ocasiones no se dan de forma aislada, sino que interactúan y difieren en comportamiento en las diferentes familias y en los distintos tipos disfuncionales. Según la bibliografía, consideramos las siguientes:
- Un comportamiento irresponsable del hombre, caracterizado por la tendencia a desprenderse de sus obligaciones y deberes como esposo y padre, situación que se agudiza al ocurrir el divorcio12,13.
Coincide nuestro resultado con el criterio de la psicóloga Patricia Arés1,2, quien plantea que después del divorcio los padres se ven cada vez más sobreexigidos por las presiones cotidianas, desatienden en ocasiones hasta su función de proveedor, y se distancian cada vez más de sus hijos, tanto de forma física como afectiva. Ganarse la vida, resolver la comida, pasar varias pensiones (en ocasiones sostener varios hijos de diferentes mujeres), mantener los hijos de la mujer actual, son imperativos que refuerzan la actitud de estos hombres, a los que se les reduce el tiempo disponible para los hijos, y pierden el disfrute de la comunicación cotidiana.
- El modelo de maternidad-paternidad de una cultura patriarcal expropia al hombre de una paternidad cercana, tierna, cariñosa; se vuelven distantes, censuradores de las madres y de los hijos, se pierde el disfrute de vivir otros espacios y posibilidades con los niños, lo que va en detrimento de la afectividad12,14.
- La responsabilidad de la guarda y custodia en caso de divorcio, asignada a la madre, crea condiciones para una cierta irresponsabilidad paterna12,13.
Cuando un padre dedica tiempo a sus hijos, cuando se comunica con ellos y les demuestra cariño, se crean condiciones favorables para su relación adecuada con la madre, aunque esto puede estar obstaculizado por las causas que condujeron al divorcio. A su vez, a medida que los padres logran los mejores arreglos de la custodia y visitas a los hijos, de tal manera que el padre divorciado pueda tener acceso fácil a participar en forma voluntaria, involucrada, con interés genuino en su crecimiento y maduración, los apoyen en todas las formas posibles, y les ofrezcan la seguridad de que no se ha divorciado de ellos, el impacto del divorcio se atenúa al mínimo, y la función paterna no sufre grandes transformaciones12,14.
El profesor Miguel Ángel Roca afirma: "la peor de las combinaciones es la ausencia física y emocional de los padres, la desaparición completa y absoluta de la vida del niño, a pesar de vivir, en ocasiones, a muy pocas cuadras de distancia. Es incalculable cuánto lacera esto afectivamente a un niño, tanto en su autoestima como en el desarrollo de sus potencialidades"12,13.
Muchos hombres que están hoy en la posición de padres, se hallan presos de las tradiciones. Algunos no tuvieron ningún contacto con una figura masculina y están incapacitados para asumir su posición14. Son el fruto de un estado disfuncional anterior, del cual heredaron secuelas negativas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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