Elaboración de un cuestionario para evaluar las emociones infantiles en escolares de nivel primario

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Elaboración de un cuestionario para evaluar las emociones infantiles en escolares de nivel primario

 

Elaboration of a questionnaire to evaluate children's emotions in primary level students

 

 

María Domingas Cassinda Vissupe1, Lisandra Angulo Gallo2, Vivian Margarita Guerra Morales2, Liset González Paneca2, Dailyn Arias Tomé2

1. Universidad Pedagógica de Bié, Angola.
2. Universidad Central Marta Abreu de Las Villas. Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: lisandraa@uclv.cu

 

 


RESUMEN

Objetivo: elaborar un cuestionario para evaluar las emociones infantiles en escolares de nivel primario.
Métodos: se asumió un paradigma cuantitativo, correlacional y estructurado en las etapas siguientes: elaboración del cuestionario de emociones infantiles, valoración mediante el criterio de especialistas y prueba piloto, así como análisis de sus propiedades psicométricas. Se realizó un muestreo intencional, y participaron 19 especialistas, de ellos nueve expertos. La muestra de escolares primarios, seleccionados aleatoriamente, fue de 101 para el pilotaje y 382 niños en la última etapa, pertenecientes a las provincias de Villa Clara, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus. Los instrumentos empleados fueron: la entrevista psicológica semiestructurada, una encuesta de evaluación dirigida a especialistas y la prueba analizada.
Resultados: se diseñó el cuestionario de emociones infantiles a partir de la sistematización teórica y metodológica de las variables que evalúa, así como su adecuada valoración por parte de los especialistas. También se obtuvieron adecuadas correlaciones interítems, índices de fiabilidad con valores medios y una estructura factorial coherente en la segunda parte del instrumento, compuesta por tres factores ordenados en el siguiente registro: emociones placenteras, emociones displacenteras y ansiedad.
Conclusión: el instrumento elaborado posee adecuadas propiedades psicométricas para la evaluación de las emociones en la población infantil cubana.

DeCS: emociones, encuestas y cuestionarios.


ABSTRACT

Objective: this research was aimed at elaborating a questionnaire to evaluate children's emotions.
Methods: a quantitative, correlational study consisting in the following stages was carried out: elaboration of a questionnaire of children's emotions, assessment through the criterion of specialists and the pilot test, as well as, analysis of its psychometric properties. This study used an intentional sample of 19 specialists; nine of them were experts. The randomly selected sample of primary students consisted of 101 for the piloting and 382 children from Villa Clara, Ciego de Ávila and Sancti Spíritus provinces. The used instruments were a semi-structured psychological interview, a survey of evaluation addressed to specialists and the analyzed test.
Results: a questionnaire of children's emotions was designed from the methodological and theoretical systematization of the evaluated variables, and from its appropriate evaluation on the part of the specialists. There were obtained adequate interitem correlations, reliability indices with mean values and a coherent factorial structure in the second stage of the instrument, which was composed by three factors organized in the following register: pleasant emotions, unpleasant emotions and anxiety.
Conclusions: the elaborate instrument has appropriate psychometric properties to evaluate emotions in Cuban infantile population.

DeCS: emotions, surveys and questionnaires.


 

 

INTRODUCCIÓN

El estudio de las emociones resulta de vital trascendencia dentro del campo de la Psicología, pues estas desempeñaron un papel decisivo en la supervivencia y la adaptación desde los orígenes de la vida del hombre, además de poseer una enorme repercusión para la salud y el bienestar humanos.1

Es la emoción la categoría científica que expresa, tanto el significado que para las personas tienen los sucesos que cotidianamente acontecen en su entorno, como la implicación que, en su totalidad, una persona tiene en las respuestas adaptativas y eficaces a las demandas de este.2

Las emociones posibilitan una activación que proporciona al organismo la energía necesaria para responder rápidamente a un estímulo que atente contra el bienestar físico o psicológico, permitiendo así la supervivencia. Sin embargo, estas pueden tener un potencial, tanto de beneficio como de riesgo.

Diversas investigaciones avalan la influencia de algunas emociones displacenteras en la salud humana, como la ansiedad, la depresión y la ira, que se asocian a la aparición y evolución de ciertas enfermedades físicas y mentales.1-3

En cambio, las emociones placenteras se relacionan con experiencias subjetivas percibidas con agrado por la persona, capaces de producir una atenuación en su estado de malestar. No solo traen consigo consecuencias intrínsecamente agradables, e incluso adictivas, sino que también promueven la salud psicosocial, intelectual y física, y los efectos permanecen por largos períodos de tiempo después de desvanecidas estas emociones.

Específicamente, en la población infanto-juvenil, diversos estudios han demostrado que experimentar emociones placenteras contribuye con el proceso de resiliencia infantil y repercute en distintos procesos psicológicos vinculados a la atención, el procesamiento de la información, la resolución de problemas y las habilidades sociales, lo que favorece el aprendizaje social e intelectual del niño.4,5

Muchas de estas alteraciones emocionales diagnosticadas en la infancia pueden persistir durante la etapa adulta, si no son diagnosticadas y atendidas, las que podrían sustentar patrones de comportamiento que pueden llegar a convertirse en conductas de riesgo para la salud. De esta forma, comprender las particularidades de las emociones en la infancia se convierte en un importante recurso para identificar las posibles desviaciones en el desarrollo del menor y, a su vez, potenciar su bienestar psíquico, razones por las cuales resulta necesaria la evaluación del funcionamiento emocional desde edades tempranas.

Los instrumentos para la evaluación de las emociones se han dado principalmente en relación con la población adulta, pero se encuentran muy pocas escalas aplicables desde la niñez. La mayoría de ellas no están disponibles en idioma español.6 Además, tradicionalmente, casi la totalidad de los estudios se ha centrado más hacia el afecto negativo.7,8

Carbelo y Jáuregui destacan la emergencia de las transformaciones en este sentido en los últimos años, en los que se ha incrementado el interés por las emociones positivas, por su valor promotor para la salud y el bienestar, así como por el estudio de las denominadas «emociones negativas, sanas o constructivas».9

Específicamente en Cuba, aun cuando existen técnicas proyectivas para el estudio de la afectividad, como el dibujo en sus diferentes variantes: El rombo afectivo, Las historietas de Madelaine Thomas, Los diez deseos, no existen instrumentos estandarizados validados para la población infantil cubana que permitan la evaluación de las emociones tratadas como objetivo fundamental. Atendiendo a los elementos expuestos, se destaca la necesidad de contar con instrumentos válidos y confiables para la evaluación de las emociones placenteras y displacenteras anteriormente mencionadas, en la población infantil, por lo que se decidió realizar este estudio con el objetivo de elaborar un Cuestionario de emociones Infantiles (CEI).

 

MÉTODOS

Se concibe el estudio desde un enfoque cuantitativo, correlacional, estructurado, a partir de las fases propuestas por Hernández, Fernández & Baptista (2010),10 en las etapas siguientes:

1ra: Sistematización de los fundamentos teóricos y metodológicos de la evaluación de las emociones en niños.

2da: Diseño del CEI:

1. Construcción de un banco de ítems para el diseño preliminar del instrumento.
2. Valoración del CEI mediante el criterio de especialistas.
3. Análisis del CEI mediante una prueba piloto.

3ra: Determinación de las propiedades psicométricas del CEI:

1. Determinación de los criterios de validez de constructo.
2. Evaluación de la consistencia interna del CEI.
3. Ofrecimiento de una versión más acabada del CEI.

Se partió de una revisión teórica y metodológica sobre las emociones presentes en el escolar primario y los instrumentos existentes para su estudio. A partir de la sistematización de estos contenidos, se definieron conceptualmente las variables incluidas en el instrumento y se elaboraron los ítems para su evaluación. Para ello, se emplearon los métodos bibliográficos y teóricos. Con posterioridad, fue valorado por el criterio de 19 especialistas en la temática, de prestigio nacional e internacional, con elevado nivel de experticia, a partir de los criterios: claridad semántica y corrección gramatical, adecuación de su dificultad al nivel educativo y evolutivo de las personas, congruencia con el rasgo o dominio medido; luego fue sometido a un proceso de pilotaje con 101 escolares. A partir de los resultados obtenidos mediante este proceso, se perfeccionó el instrumento de acuerdo con los señalamientos identificados, con lo cual quedó conformada la versión de la prueba que se somete a proceso de validación, y estos últimos resultados son los que se presentan en este artículo.

Participantes

Los centros escolares en los cuales se desarrolló la investigación fueron las escuelas primarias «Alfredo Álvarez Mola», «Venezuela Libre» y «Victoria de Girón», todas estas de la provincia de Ciego de Ávila; la primera es una escuela urbana y las dos últimas, rurales. En la provincia de Sancti Spíritus, se trabajó en las escuelas «Julio Antonio Mella Mc Partland» y «Francisco Vales Ramírez», de procedencia urbana y rural, respectivamente. Finalmente, en Villa Clara las escuelas urbanas fueron «13 de Marzo» y «Carlos Juan Finlay Barrés», mientras que como escuela rural, la «Marcelo Salado Lastra». Se empleó un muestreo probabilístico estratificado, ya que la población fue dividida en segmentos; se garantizó la representatividad en cuanto al sexo, edad y procedencia. El cálculo de la muestra se efectuó mediante el programa STATS, y esta estuvo integrada por 382 escolares.

Métodos

Se elaboró un cuestionario de emociones infantiles, con el objetivo de Identificar las emociones placenteras y displacenteras en los escolares de 8-10 años de edad, durante el año 2015.

La técnica consta de dos partes. En la primera se evalúa, de forma proyectiva, la presencia de las emociones (ira, tristeza, vergüenza, ansiedad, culpa, celos, envidia, orgullo, esperanza, alegría, gratitud, serenidad y simpatía) a través de diferentes circunstancias que se corresponden con la situación social del desarrollo del escolar primario. Cuenta con un total de siete situaciones conformadas a su vez por varios ítems, donde el escolar debe seleccionar las alternativas de respuesta que considere, sobre la base de sus propias vivencias y proyectadas a través de la figura de Juan. El número total de ítems es de 26, de forma tal que existen en el cuestionario dos ítems dirigidos a explorar cada emoción que se desea evaluar. Se ofrecen varias alternativas de respuestas que responden a las emociones que se evalúan. No existen límites en la selección de las respuestas por parte del menor, ya que ante una misma situación pueden experimentarse simultáneamente varias emociones.

En la segunda parte del cuestionario, se evalúa la intensidad y frecuencia con que son experimentadas estas emociones en los niños, proyectados nuevamente en la figura de Juan, ya sea como estado o como rasgo, a partir de una escala Likert. Atendiendo a este propósito, se colocan dos enunciados: «hoy» y «casi todos los días».

Calificación: En la primera parte, se otorga un punto a cada respuesta seleccionada y 0 para denotar la ausencia de estas. Las emociones a las que responde cada ítem son:

1A y 2A: Alegría, 3A y 5D: Esperanza, 4B y 5B: Serenidad, 1B y 3B: Tristeza, 4C y 7D: Ira, 1C y 6B: Gratitud, 4D y 5A: Culpa, 2B y 7B: Orgullo, 6A y 7C: Envidia, 2C y 4A: Vergüenza, 6C y 7A: Celos, 2D y 3D: Simpatía, 3C y 5C: Ansiedad

En la segunda parte del instrumento, se persigue evaluar las mismas emociones como estado y como rasgo a través de una escala Likert. Para esto, se ofrece al escolar una palabra que se asocia a cada emoción y este debe marcar en la escalera (conformada por cinco escalones en orden ascendente), la intensidad con la que considera que «Juan experimenta» cada emoción. Los puntos son otorgados según el escalón que marque el escolar.

Procedimientos

Una vez perfeccionada la prueba a partir de los señalamientos encontrados en el proceso de pilotaje y criterio de especialistas, se aplicó a 382 niños con la intención de determinar sus propiedades psicométricas; previamente, se solicitó el consentimiento informado en las instituciones pertinentes.

Para el análisis y procesamiento de los datos, se utilizó el paquete estadístico SPSS 21.0; se aplicaron pruebas estadísticas, tanto descriptivas como inferenciales, las cuales se exponen a continuación:

Pruebas estadísticas empleadas en la investigación

Tarea estadística

Prueba estadística

Primera parte del instrumento
Análisis de la correlación entre variables: interítems y con el constructo

Coeficiente de correlación Phi

Segunda parte del instrumento
Determinación de la estructura factorial

Análisis factorial exploratorio  (componentes principales, rotación Varimax)

Análisis de la correlación entre variables: interítems y con el constructo.

Coeficiente de correlación de Spearman

Primera parte del instrumento
Determinación de la consistencia interna (variables dicotómicas)

Coeficientes Kuder Richardson

Segunda parte del instrumento (variables politómicas)
Determinación de la consistencia.

Alpha de Cronbach

 

 

 

 

 

 

 

 

RESULTADOS

Correlaciones entre los ítems

En la primera parte del instrumento se observaron, de forma general, adecuadas correlaciones entre los pares de ítems que contribuyen a evaluar un mismo constructo, las correlaciones interítems más significativas se obtuvieron en los ítems 1A y 2A: Alegría; 4C y 7D: Ira y los ítems 2D y 3D: Simpatía. Contario a estos resultados, los ítems de menor correlación entre sí fueron: 1B y 3B: Tristeza; 4D y 5ª: Culpa y los ítems 3C y 5C: Ansiedad; por su parte, los ítems que miden orgullo: 2C y 7B, no mostraron correlación. (Tablas 1-3)

Asimismo, se pudo apreciar que todos los ítems se correlacionaron con el constructo que miden; las correlaciones más significativas (valores superiores a .800) se presentaron en los ítems: 1A: Alegría (.921); 3B: Tristeza (.945); 2B: Vergüenza (.817); 2C y 7B: Orgullo con .875 y .937 respectivamente; 2D y 3D: Simpatía con .879 y .829, en ese orden; 3A: Esperanza (.829); 3C y 5C: Ansiedad con .917 y .836; 7D y 4C: Ira con .805 y .825, respectivamente; 7C: Envidia (.888); 6C: Celos (.830); 4D y 5A:Culpa con .828 y .817.

Análisis Factorial Exploratorio

A partir del análisis de la estructura factorial de la prueba, se reveló la agrupación de las emociones en ocho factores que explicaban el 59 % de la varianza y un índice de garantía de fiabilidad media de (α= .67).

Sin embargo, como se puede observar en el Gráfico 1 de sedimentación, a partir del tercer factor aparece una tendencia descendente; además, se observaban pocas saturaciones significativas, por lo que se decidió repetir el procedimiento predeterminando tres factores.

Los tres factores encontrados, aunque explican el 36 % de la varianza, se agruparon de forma más coherente con los constructos teóricos asumidos, y quedaron asociados en el siguiente registro: emociones placenteras, emociones displacenteras y ansiedad. (Tabla 4).

En el factor 1 se agruparon las emociones displacenteras como estado (E) y rasgo (R): ira, tristeza, vergüenza, culpa, celos y envidia. En el factor 2 se agruparon las emociones placenteras (E-R): orgullo, gratitud y esperanza, y solo como rasgo las emociones serenidad, simpatía y alegría. Finalmente, en el factor 3 se agrupó la ansiedad (E-R).

Evaluación de la consistencia interna del CEI

La fiabilidad correspondiente a la primera parte del instrumento, obtenida mediante la prueba estadística Kuder Richardson, fue de KR = 0,67, con lo cual se considera una fiabilidad media.

Resultados similares se obtienen en la segunda parte del instrumento, donde el coeficiente Alfa de Cronbach = 0,70.

Con relación a la agrupación factorial, se obtuvo un índice de fiabilidad aceptable para el factor (F1 α = 0,81) y para los factores 2 y 3 se alcanzó una fiabilidad media (F2 α = 0,66 y F3 α = 0,51). Los valores aceptables obtenidos en los índices de fiabilidad para cada parte del instrumento, denotan que las respuestas a los ítems son coherentes, a pesar de las deficiencias encontradas.

 

DISCUSIÓN

Resumiendo los principales resultados de la investigación, se puede concluir que las correlaciones encontradas entre los ítems que evalúan cada constructo y de estos con el constructo en sí, denotan una adecuada relación entre las variables que se miden. En el caso de los ítems que evalúan el orgullo, la no correlación entre ellos pudo estar dada por los términos que se emplean: 2C «Importante por dibujar bien» y 7B «A Juan le gusta saber que es un buen lector». En relación con esta emoción, se expresa como una emoción ambivalente, debido a que existen diferentes significados asociados a ella, mediados por las influencias culturales. Al profundizar en este aspecto mediante la entrevista re-test, se encontró una asociación de la palabras importante y orgulloso con arrogancia y autosuficiencia («yo no me creo más importante que los demás»). Resultados similares encontraron Rodríguez y colaboradores,11 donde refieren que muchos niños españoles de 6-7 años no conocen el significado de la palabra «orgullo» y las reglas de sentimiento y expresión relativas al orgullo son menos benevolentes y, por consiguiente, la experiencia de esta emoción es menos agradable para el individuo. Se aprecia cierto relativismo social respecto a esta emoción, o sea, que ella ocupa una posición intermedia entre dos grupos de conceptos: uno claramente positivo, que abarca actitudes como el honor, la dignidad, el respeto a uno mismo y la autoconfianza, y otro negativo, que incluye actitudes como la vanidad, la arrogancia, entre otras.12

Los factores en que quedaron agrupados los ítems poseen una estructura factorial coherente, distribuida en tres dimensiones, que evalúan: emociones placenteras, displacenteras y ansiedad. La agrupación de la ansiedad en un tercer factor; aun cuando este correlaciona positivamente con las emociones displacenteras, se debió a que esta emoción se asocia a vivencias de gran impacto emocional para los escolares de la muestra estudiada, en los que la familia ocupó un lugar significativo; en este sentido, las correlaciones más fuertes se observaron en los ítems que evalúan dicha emoción.

De esta forma se puede concluir que los ítems del instrumento contribuyen a evaluar las emociones a las cuales representan y demuestran la validez de los constructos que se evalúan mediante el CEI.

En relación con la consistencia interna, se considera que los valores medios obtenidos son proporcionales al número de ítems y variables que se pretenden evaluar, lo cual justifica los resultados obtenidos, de acuerdo con los criterios de Hernández, Fernández & Baptista,10 ya que el CEI cuenta con solo 26 ítems para evaluar 13 emociones, aspecto que debe considerarse en futuras revisiones del instrumento.

Los resultados del presente estudio apuntan la necesidad de ampliar las evidencias de validez del CEI, a partir de estudios donde se analice la estabilidad temporal, la validez concurrente y donde se aplique a muestras de otras provincias del país, con la finalidad de extender las evidencias de validez del instrumento y garantizar su aplicabilidad para la evaluación de las emociones en la etapa escolar.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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2. Roca MA. ¿Psicología positiva o una mirada positiva de la Psicología? Alternativas Psicol. 2014 sep.-dic.;2(6):7-15.

3. Fernández-Abascal EG. Emociones positivas. Madrid: Pirámides; 2011.

4. Greco C. Las emociones positivas: Su importancia en el marco de la promoción de la salud mental en la infancia. Liberabit. 2010;16(1).

5. Oros LB. Nuevas contribuciones para el desarrollo de emociones positivas en niños. En: Richaud de Minzi MC, Lemos V (Eds.). Avances en Ciencias del comportamiento. Entre Ríos: Universidad Adventista del Plata; 2010.

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7. Vázquez C, Hervás G, Rahona JJ, Gómez D. Bienestar psicológico y salud: Aportaciones desde la Psicología positiva. Anuario Psicol Clín Salud. 2009;5:15-28.

8. Carrasco MA, González MJ, Del Barrio V. Estudio sobre la red nomológica de la envidia en población infanto-juvenil. Rev Latinoam Psicol. 2010;43(1):45-58.

9. Carbelo B, Jáuregui E. Emociones positivas: Humor positivo. Monografías. Papeles Psicól. 2006;27(1):18-30.

10. Hernández Fernández-Collado B. Metodología de la investigación. 5ta. ed. México: Mc Graw Hill; 2010.

11. Rodríguez M. Emociones y salud: Algunas consideraciones. Rev Psicol Cient.com. 2008;10(5).

12. Etxebarria I. Las emociones autoconscientes positivas: el orgullo. En: Fernández-Abascal EG (Ed.). Emociones positivas. Madrid: Pirámide; 2009. p. 167-80.

 

 

Recibido: 17 de febrero de 2016
Aprobado: 21 de mayo de 2016

 

 

María Domingas Cassinda Vissupe. Universidad Pedagógica de Bié, Angola.

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