ARTÍCULO DE REVISIÓN
Encefalopatía hepática mínima. Implicaciones clínicas, diagnóstico y manejo
Minimal hepatic encephalopathy. Clinical implications, diagnosis and management
MSc. Dr. Maykel Alain Padilla Ruiz1, MSc. Dra. María Emilia Fernández Aguilar2
1.
Especialista de Primer Grado en Gastroenterología. Máster en Procedimientos
Diagnósticos. Instructor. Hospital Universitario «Arnaldo Milián
Castro». Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: padillagastroenterologo@gmail.com
2. Especialista
de Segundo Grado en Gastroenterología. Máster en Longevidad Satisfactoria.
Asistente. Hospital Universitario «Celestino Hernández Robau».
Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: mariaefa@hchr.vcl.sld.cu
DeCS: encefalopatía hepática/etiología, cirrosis hepática/complicaciones
DeCS: hepatic encephalopathy/etiology, liver cirrhosis/complications
La encefalopatía hepática (EH) es la mayor complicación de los pacientes con cirrosis hepática (CH), que ocurre en alrededor del 30-45 % de los pacientes con CH y entre un 10 - 50 % de los pacientes con shunt portosistémico intrahepático transyugular (TIPS, por sus siglas en inglés). La encefalopatía hepática mínima (EHM) es una forma mínima de EH, caracterizada por discretos trastornos motores y déficits cognitivos que afectan significativamente la calidad de vida.1
Definición
La EHM puede ser
definida como la presencia de defectos cognitivos medibles en pacientes con
enfermedad hepática, shunts portosistémicos o ambos, que no son
identificados a través de una historia clínica detallada y un
examen neurológico completo, que incluye entrevista a familiares cercanos,
pero que sí son detectados por anormalidades en pruebas neuropsicométricas
o neurofisiológicas que se pueden realizar en la cabecera del paciente
y en el contexto ambulatorio, en ausencia de otras causas conocidas de anormalidades
en las pruebas cognitivas.2-4
La verdadera
prevalencia de EHM en pacientes con hipertensión portal es desconocida.
A pesar que ha sido tradicionalmente diagnosticada en pacientes con cirrosis
hepática, la alteración de la función cognitiva también
se ha demostrado en pacientes no cirróticos con hipertensión portal.
La prevalencia de la EHM se ha informado que varía entre 22 y 74 % en
pacientes con cirrosis hepática, en función del grado de afectación
de la enfermedad y los valores de referencia establecidos. La causa de la enfermedad
hepática no afecta la tasa de prevalencia de la EHM.5-10
Afectación de la calidad de vida
Las actividades de la vida diaria se ven afectadas en la EHM debido a un deterioro cognitivo que puede tener un efecto perjudicial sobre la calidad de vida. Afecta principalmente a las actividades complejas relacionadas con la atención, procesamiento de la información y habilidades psicomotoras, tales como conducir un coche, planificar un viaje, ir de compras, entre otras; mientras que actividades básicas de la vida cotidiana, como vestirse, la higiene personal, etc., se conservan. Estudios realizados han demostrado que pacientes con EHM presentan un deterioro significativo del funcionamiento diario como: la interacción social, el estado de alerta, la conducta emocional, el sueño, el trabajo, la administración del hogar, el ocio y los pasatiempos en comparación con los pacientes cirróticos que no tenían EHM. El tratamiento con lactulosa mejora las funciones afectadas.11
Efectos de la EHM en la conducción
Para demostrar
el efecto negativo del déficit psicomotor en pacientes con EHM en la
conducción de vehículos, Schomerus y colaboradores estudiaron
40 pacientes con cirrosis hepática, de los cuales el 60 % fueron considerados
no aptos para conducir, según los resultados en las pruebas psicométricas.
Estos autores fueron los primeros en realizar estos estudios, sin embargo, no
dieron más detalles sobre los métodos aplicados para evaluar la
aptitud de conducción. Weissenborn cols. utilizaron una prueba de conducción
estándar, de 90 minutos en la carretera y encontraron que la aptitud
para conducir un automóvil se vio afectada en pacientes cirróticos
con EHM. Existe un aumento del riesgo de accidentes automovilísticos
relacionados con una disminución en la función cognitiva.
El deterioro
de la atención y de la velocidad de procesamiento mental afecta negativamente
a un individuo en su capacidad para reaccionar a las condiciones del tráfico
inesperado, como una incursión ilegal por otro vehículo en una
intersección. Bajaj y cols. encontraron un mayor índice de la
tasa de violaciones de tráfico y accidentes en los pacientes cirróticos
con EHM, en comparación con los controles. También se ha demostrado
una tasa significativamente mayor de accidentes de vehículos de motor,
durante el año anterior en pacientes con EHM, en comparación con
pacientes sin EHM. Un informe reciente determinó que los cirróticos
con EHM tuvieron una tasa de accidentes significativamente superior, respecto
al año anterior, así como en seguimiento prospectivo, en comparación
con los pacientes sin EHM, según informes del Departamento de Transporte
de la India.12-17
Carga económica de la EHM
En los EE.UU. en el 2003, se estima que los gastos totales de las hospitalizaciones relacionadas con la EH fue de más de $ US 930m. Los gastos totales de la encefalopatía no especificada, hipertensión portal y cirrosis alcohólica y no alcohólica fueron de aproximadamente $ US 268m, $ y $ US 90m US 3.3bn, respectivamente. El impacto de la EHM en la vida cotidiana es significativo, la mitad de los pacientes con EHM no tienen un empleo regular, en comparación con el 15 % de los pacientes sin EHM. Los obreros con cirrosis hepática y EHM tienen menos probabilidades de tener un empleo «de cuello blanco» que los trabajadores sin EHM. La disminución del rendimiento laboral y la pérdida de salarios también tienen implicaciones importantes, además de repercusiones socioeconómicas negativas en el funcionamiento del lugar de trabajo.9
Manifestaciones clínicas
Por definición,
los pacientes con EHM tienen un examen neurológico normal, sin embargo
pueden ser sintomáticos. Los síntomas se relacionan con alteraciones
en el sueño, la memoria, atención, concentración y otras
áreas de la esfera cognitiva. Los trastornos del sueño son un
signo clásico de la EH. En un cuestionario sobre el sueño, la
alteración del mismo se observó en el 47 % de cirróticos
y el 38 % de los pacientes con insuficiencia renal crónica, en comparación
con el 4,5 % de los controles sanos.6,10
El sueño
insatisfactorio se asocia con las puntuaciones más altas de depresión
y ansiedad, lo que aumenta la posibilidad de que los efectos de las enfermedades
crónicas pueden ser la base de la patogénesis de los trastornos
del sueño. Las alteraciones en pacientes con cirrosis también
puede estar relacionado con alteraciones del ritmo circadiano. La memoria defectuosa
también ha demostrado ser una característica de la EHM. Weissenborn
y cols. han demostrado que los pacientes con encefalopatía hepática
mínima tienen deterioro de la memoria a corto plazo, al parecer sin afectación
de la memoria a largo plazo Este deterioro fue predominantemente relacionado
con déficit de atención y de la percepción visual. Esto
puede ser descrito como un defecto en la codificación, mientras que la
memoria de recuerdo (o recuperación) está intacta. Varios estados
cognitivos poseen valores predictivos para la EHM, incluyendo el rendimiento
psicomotor («tengo dificultades para realizar trabajos manuales, no estoy
trabajando en todo»); deterioro del sueño o del descanso («Me
paso casi todo el día tumbado en la cama para descansar»); disminución
de la atención («estoy confundido, empiezo varias acciones a la
vez»), y mala memoria («no recuerdo mucho, por ejemplo, lo que ha
ocurrido recientemente, donde pongo las cosas, etc.»).8-10,17
Se ha demostrado
de manera concluyente que las funciones cognitivas mejoran con la terapia en
la EHM. Esta terapia puede mejorar la calidad de vida de los pacientes con EHM
y retrasar el desarrollo de HE clínica. Por lo tanto, todos los pacientes
con cirrosis hepática deben ser sometidos a las pruebas de HEM. Se debe
prestar especial atención a aquellos que tienen síntomas cognitivos
y constituyen grupos de alto riesgo, tales como, los conductores activos, los
pacientes que manejan maquinaria pesada o los que puedan presentar disminución
del rendimiento laboral como en la presentación de informes.18-21
Historia natural
La frecuencia de la EHM aumenta proporcionalmente a la severidad de la enfermedad hepática. Es necesario tener en cuenta la alta frecuencia de la EHM en los pacientes con enfermedad hepática, para comprender su impacto en la aparición de EH clínicamente manifiesta, y que el tratamiento de la EHM puede inducir mejoras en estos resultados. Algunos estudios han demostrado un mayor riesgo de muerte en pacientes con cirrosis hepática y EHM, en comparación con aquellos sin EHM, sin embargo, los pacientes con EHM tenían peor función hepática que aquellos que no presentaban EHM en estos estudios, por lo que es difícil atribuir los resultados de la presencia de EHM.7,22
Diagnóstico
El diagnóstico
de la EHM se basa en: (I) La presencia de una enfermedad que puede causar EHM,
como por ejemplo, la cirrosis, la presencia de una derivación portosistémica
o ambas, (II) Un estado mental normal en el examen clínico, III) La demostración
de las anomalías del estado cognitivo, variables neurofisiológicas
o ambas, y (IV) la exclusión de trastornos neurológicos concomitantes.
La EH se
ha clasificado tradicionalmente en cuatro grados de acuerdo a los criterios
de West Haven, sin embargo, la asignación de los pacientes con cirrosis
en el ámbito clínico en estadios de 0-2, depende en gran medida
de la impresión subjetiva del médico, que no invalida la escala
en los casos individuales, pero puede causar discrepancias entre los distintos
observadores y afectar los resultados de ensayos multicéntricos. La fiabilidad
de la escala de West Haven se puede mejorar si se combina con el Mini Examen
del Estado Mental (MMSE, por sus siglas en inglés). Diversas herramientas
han sido evaluadas para el diagnóstico de la EHM que incluyen las pruebas
neuropsicológicas, las pruebas informatizadas, test neuropsicológicos
breves computarizados y pruebas neurofisiológicas.10,7,22
Aunque la
mayoría de los clínicos están de acuerdo que la EHM es
un problema significativo que requiere un diagnóstico ambulatorio, existen
muchos factores que atentan en contra de la aplicación de estas pruebas
de forma rutinaria, como son: el tiempo de aplicación, la ausencia de
parámetros de normalidad poblacionales para referencia, la interpretación
de los resultados, así como el costo de su aplicación.9,23
Es reconocido
que una batería de pruebas que explore múltiples dominios cognitivos
es preferible a una sola prueba. La disfunción cognitiva en la EHM se
caracteriza por déficits de atención, alteraciones de la memoria
a corto plazo y las respuestas inhibitorias. Las estrategias diagnósticas
se enfocan en estos dominios. En el estudio de Stewart y cols. la estrategia
diagnóstica se encaminó hacia ellos. Ferenci y cols. recomiendan
la aplicación de al menos dos de las pruebas neuropsicológicas
en el diagnóstico de la EHM. La definición de EHM requiere al
menos dos desviaciones estándar menores que los valores normales, en
al menos dos de las pruebas.24
Hasta el
momento los métodos diagnósticos más utilizados por su
accesibilidad, reproductibilidad, sensibilidad y especificidad han sido las
pruebas psicométricas. No obstante, son muchas las combinaciones de pruebas
psicométricas que pueden explorar los principales defectos neuropsicológicos
que se observan en cirróticos con EHM, desde la habilidad motora fina
hasta la atención. En 2001 Weissenborn y cols. comunicaron la utilidad
de una serie de 5 pruebas psicométricas: test de símbolos
y números (TSN), test de conexión numérica tipo A (NCT-A,
por sus siglas en inglés) y tipo B (NCT-B), test del marcado seriado
(TMS) y el test de la línea quebrada (TLQ) en el diagnóstico
de la EHM, tras comparar los resultados obtenidos en pacientes cirróticos
sin encefalopatía, con un grupo de pacientes cirróticos con encefalopatía
hepática de grados I-II, así como frente a controles sanos y pacientes
con enfermedades no hepáticas. El rendimiento en la realización
de estas pruebas psicométricas se ve influido por la edad y el nivel
de estudios; de ahí que sean necesarios los datos de un grupo control
sano, ajustado por edad y nivel de estudios, para comprobar la existencia o
no de alteración en la ejecución de dichas pruebas. Se han observado
grandes variaciones geográficas en la realización de las pruebas
psicométricas, de forma que los valores de normalidad en Alemania son
diferentes de los de Italia o España.25,26
El Psychometric
hepatic encephalopathy score (PHES) es una batería de pruebas estandarizadas
que ha sido ampliamente validada en la población española, alemana
y de la India y se puede realizar en 15-20 min. Esta batería examina
muchas de las anomalías en pacientes con EHM, como la velocidad motora
y la precisión, la orientación visual-espacial, la percepción
visual, la construcción visual, atención, concentración,
y, en menor medida, de la memoria. La PHES tiene un valor pronóstico
para la ocurrencia de episodios de EH manifiesta y de la mortalidad en pacientes
cirróticos. En una versión india, la NCT-B ha sido sustituida
por el figure connection test (FCT-A) a causa de la preocupación de que
algunos pacientes pueden no estar familiarizados con el alfabeto inglés,
y por lo tanto, ser incapaces de completar el NCT-B.25,27-29
La mayoría
de los pacientes con EHM presentan déficit de atención y deterioro
en la habilidad motora fina, dado que la batería PHES consiste en la
realización de estas pruebas con lápiz y papel, que son muy sensibles
para detectar signos extrapiramidales. En un estudio reciente se comprobó
que la EHM se relacionaba con la existencia de alteraciones extrapiramidales,
independientemente del tipo de pruebas empleadas en su diagnóstico.30
Su aplicación
supone disponer de una herramienta muy útil en el diagnóstico
de la EHM. Asimismo, podría ser la prueba de referencia en la comparación
con nuevos procedimientos diagnósticos, o incluso, podría emplearse
en el seguimiento de los efectos terapéuticos de futuros fármacos.
La realización
del PHES requiere unos 15 min por paciente. Ha sido objeto de debate si debe
estudiarse a todos los pacientes cirróticos, a los candidatos a trasplante
hepático, o solo a aquellos con factores de riesgo, tales como: datos
indicativos de deterioro cognitivo, pacientes que conducen o desarrollan tareas
laborales peligrosas o aquellos con pérdida importante de rendimiento
en el trabajo.
La Sociedad
Internacional para Encefalopatía Hepática y Metabolismo del Nitrógeno
(ISHEN, por sus siglas en inglés) en sus guías prácticas
recomienda el PHES debido a que puede ser aplicado transculturalmente, además
de requerir una traducción mínima para su aplicación; sin
embargo los valores de normalidad deben ser establecidos independientemente
para cada país. Una segunda batería estandarizada ha sido aplicada,
la Repeatable Battery for the Assessment of Neuropsychological Status (RBANS),
que fue diseñada inicialmente. Cinco dominios se exploran en la misma:
memoria inmediata, orientación espacial, lenguaje, atención y
memoria a largo plazo.30
Ferenci y
cols. recomiendan la aplicación de herramientas neuropsicológicas
cuantitativas, de ser posible, en conjunto con las pruebas neuropsicológicas.
Estas incluyen técnicas asistidas por computadora: determinación
de frecuencias electroencefalográficas dominantes, potenciales evocados
somatosensoriales o respuestas a potenciales evocados auditivos y visuales.
Las pruebas neurofisiológicas son objetivas y repetibles, sin embargo
su aplicación no es fácil en pacientes ambulatorios, además
de requerir equipamiento sofisticado y técnicos expertos en su aplicación.25
Los potenciales
evocados (PE) endógenos, en principio, manifiestan mejor la presencia
de EHM, ya que reflejan fenómenos cognitivos, más que estímulos
de conducción. De los PE endógenos solo el P300 ha sido estudiado
en pacientes con cirrosis y ausencia de evidencia clínica de encefalopatía.
La amplitud de P300 se considera el reflejo de la cantidad de atención
que el paciente dedica a una tarea; la latencia es considerada el reflejo de
la velocidad para la clasificación de estímulos antes que se ha
iniciado un mecanismo de selección de respuesta. La onda P300 es provocada
por un paradigma activo que se encontró alterado en 20 a 80 % de los
pacientes cirróticos que tenían evidencia clínica de encefalopatía
hepática. Ellos también demostraron, en un estudio de seguimiento,
que los cambios en la latencia del P300 puede predecir la ocurrencia de encefalopatía
hepática.30
La prueba
de la luz oscilante The critical flicker frequency (CFF) mide la máxima
frecuencia en la cual la misma puede ser percibida como oscilante. Con un punto
de corte de 39 Hz, CFF muestra una correlación con PHES del 73 % - 83
% en el diagnóstico de la EHM. El uso de esta prueba puede verse afectada
por medicamentos como sedantes, drogas psicoactivas o cafeína, es reproducible
y no es afectada por el nivel educacional, sin embargo requiere de un equipamiento
costoso.31
La prueba
de control inhibitorio, Inhibitory Control Test (ICT) es una prueba computarizada
que mide la atención y respuesta. Consiste en una presentación
de varias letras a un intervalo de 500-ms, con las letras «X» y
«Y» entre ellas. Su reconocimiento, combinaciones y tiempo de reacción
son registrados. Los pacientes con EHM presentan elevados registros de errores,
menos aciertos y mayor tiempo de reacción.23,32
Aunque en
la EHM no se identifican anormalidades estructurales en el cerebro, las técnicas
de neuroimagen son necesarias para descartar lesiones encefálicas antes
del diagnóstico de EH. La espectroscopia por resonancia magnética
(ERM) se ha considerado recientemente como una herramienta diagnóstica
de encefalopatía hepática. Estudios recientes han investigado
cambios en ERM en la corteza visual, materia blanca occipital, región
parietal y ganglios basales, donde se observó un incremento sustancial
de concentraciones de glutamina-glutamato y una disminución de las concentraciones
de inositol y colina en pacientes con síntomas de encefalopatía
hepática. Recientemente se han demostrado diferencias particulares entre
los patrones metabólicos entre la materia blanca y gris, asociadas a
déficit visuales y motores en pacientes con EHM, lo que sugiere que la
ERM podría ser considerada de utilidad en el diagnóstico de EHM.33
Estrategias diagnósticas
Aún con los avances en el diagnóstico de la EHM la pregunta permanece: ¿Cuáles y con qué frecuencia los pacientes deben ser pesquisados para EHM?. Los pacientes con cirrosis hepática, aún con capacidad de mantener una vida independiente son los más afectados de EHM. Si esta es sospechada deben ser aplicados las pruebas neuropsicométricas, CFF o ICT. Aunque no existe un consenso de la frecuencia de aplicación de las mismas, algunos estudios sugieren, en ausencia de sucesos agudos, aplicarlos cada 6 meses; aunque varios autores sugieren su repetición en 1-3 meses después del inicio del tratamiento. Futuros estudios y documentos de consenso definirán los métodos diagnósticos de la EHM y en qué grupo de pacientes se ha de investigar su presencia.5,9
Tratamiento
La mayoría
de los tratamientos en la EHM se enfoca en la disminución de los niveles
de amoniaco a través de la disminución de su producción,
el incremento en su fijación y eliminación. Estas medidas producen
una mejoría en el desempeño durante las pruebas psicométricas
y en la calidad de vida. Varias modalidades han sido utilizadas, incluyendo
el uso de lactulosa, disminución de la ingestión proteica, la
L-ornitina L-aspartato (LOLA), el uso de probióticos, simbióticos
y antibióticos como neomicina y rifaximina, medicamentos con efecto neurológico
directo como la bromocriptina y el flumazenil, y otros con efectos sobre la
inflamación, que incluyen antagonistas de N-metil D-aspartato, leucodepletores,
antagonistas de citocinas proinflamatorias, antioxidantes como la N-acetilcisteina
y la albúmina, inhibidores de la ciclooxigenasa, probióticos e
hipotermia, han sido también propuestos.9,34-38
La lactulosa
es un disacárido no absorbible utilizado durante décadas en el
tratamiento de la EH. Un metaanálisis reciente demuestra que su uso mejora
el estado de la función cognitiva en pacientes con EHM. La lactulosa
puede ser una terapia segura, pero la adherencia de los pacientes al tratamiento,
al parecer por los efectos indeseables del mismo, es baja en pacientes con EH,
por lo que otras terapias alternativas se requieren. Una alternativa (LOLA),
ha sido utilizada para disminuir las concentraciones plasmáticas de amoniaco,
al estimular el metabolismo del amonio a glutamina. Los pacientes mejoran su
estatus cognitivo con una disminución de la estadía hospitalaria.
McGwire y cols. recientemente estudiaron el efecto del fenilbutirato de glicerol
(GPB), sin embargo, se requieren futuras investigaciones al respecto.7,35,36,39,40
Los probióticos
y simbióticos son eficaces en el tratamiento de la EHM. Bajaj y cols.
demostraron que la administración de yogurt en pacientes con EHM no alcohólica
produce una completa reversión de los síntomas en el 71 % de los
pacientes. Liu y cols. encontraron que la suplementación con simbióticos
por 30 días conduce a la disminución de la flora intestinal productora
de amonio, acidificación de la luz del colon, y reversión de la
EHM en la mitad de sus pacientes. Los probióticos y simbióticos
son seguros efectivos, bien tolerados y baratos y representan una terapia a
largo plazo de la EHM. Futuros estudios se requieren acerca del impacto de estas
terapias en la calidad de vida y duración de las mismas. En su estudio
Sidhu y cols. demostraron que la rifaximina mejora la calidad de vida de estos
pacientes. Bajaj y cols. demostraron que la rifaximina mejora la conducción
en el simulador, así como otros aspectos psicosociales de la calidad
de vida en pacientes con EHM.37,41,42
Después
de esta revisión sobre el tema concluimos que la EHM es un problema real
y en aumento en pacientes con cirrosis. Se asocia al detrimento de la calidad
de vida, afectación laboral y social, mayor progresión a complicaciones,
mortalidad y costos de los servicios de salud, en estos pacientes. El diagnóstico
precoz de la EHM y su tratamiento, así como el establecimiento de estrategias
de pesquisaje y seguimiento de esta condición, constituyen una necesidad
y al mismo tiempo un reto a enfrentar.
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Recibido: 23 de
junio de 2013
Aprobado:
7 de septiembre de 2013
MSc. Dr. Maykel Alain Padilla Ruiz. Especialista de Primer Grado en Gastroenterología. Máster en Procedimientos Diagnósticos. Instructor. Hospital Universitario Arnaldo Milián Castro. Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: padillagastroenterologo@gmail.com
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