CARTA AL EDITOR
Pertinencia del enfoque bioético en los protocolos de actuación para la terapia celular
Pertinence of bioethical approach in performance protocols for cellular therapy
MSc. Dr. Manuel Antonio Arce González1, MSc. Dr. Vicente José Hernández Moreno2, MSc. Arelys de la Caridad Peñate Gaspar3
1.
Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Especialista de Segundo Grado
en Hematología. Máster en Psicología de la Salud. Profesor
Auxiliar.. Universidad de Ciencias Médicas Dr. Serafín Ruiz
de Zárate Ruiz Santa Clara, Villa Clara Correo electrónico:
marce@infomed.sld.cu
2. Especialista
de Segundo Grado en Inmunología. Máster en Enfermedades Infecciosas.
Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas Dr. Serafín
Ruiz de Zárate Ruiz Santa Clara, Villa Clara. Correo electrónico:
vicente@infomed.sld.cu
3. Licenciada
en Psicología. Máster en Psicología de la Salud. Asistente.
. Universidad de Ciencias Médicas Dr. Serafín Ruiz de Zárate
Ruiz Santa Clara, Villa Clara.
DeCS: bioética, consentimiento informado, terapia tisular
DeCS: bioethics, informed consent, tissue therapy
Señor Editor:
Partiendo de la
premisa de la necesidad del desarrollo científico para el progreso humano,
hoy en día se destaca, por su importancia, la investigación con
células madre, donde la reflexión sobre el destino de nuestras
acciones implica, de forma necesaria, conocer cómo nuestros actos pueden
trascender, desde posiciones que transitan por el respeto profesional con marcado
compromiso afectivo, hasta la visión errada de ver únicamente
la enfermedad y no a un ser humano que sufre la pérdida de su salud.
Inmersos
en una revolución tecnológica sin precedentes en la historia de
la medicina, las tradicionales formas en las que se realizaba la toma de decisiones
han sido obligadas a modificarse. Acostumbrados a siglos donde la responsabilidad
correspondía al médico, y en última instancia a la familia,
y como fruto de los cambios que se suceden, nuevas interrogantes han vulnerado
las prerrogativas ancestrales: ¿quién puede, debe y tiene que
tomar las decisiones que afectan el cuerpo de una persona? En tan solo unas
décadas, se ha impuesto una respuesta: corresponde solo al paciente.
La toma de decisiones es una forma de actividad voluntaria que presupone la
previa conciencia del fin; para su concreción, el paciente se subordina
a los objetivos que persigue y que tienen para él una significación
mayor, y se subordinan todas las demás motivaciones que tienen una significación
menor y no se expresan en la conducta en ese momento. Deriva de lo anterior,
que la relación paternalista -por complejo que sea el problema de salud-
ha cedido lugar a la exigencia implícita de que cada enfermo debe ser
respetado en su particularidad, pues requiere información -que por muy
sofisticada que pudiera ser- es parte constitutiva del acto médico.1,2
El impetuoso
y sorprendente desarrollo en los últimos decenios de las ciencias biomédicas
ha supuesto, para los profesionales de diversas disciplinas, enfrentarse a nuevas
situaciones en el cuidado de la salud y la vida. La Bioética resulta
aquí muy necesaria para dilucidar la conveniencia ética de actuar
de una manera u otra.3
Considerando
las múltiples aplicaciones clínicas de la terapia celular, resulta
deseable que las evidencias disponibles en este campo se traduzcan en protocolos
de actuación, que constituyan referentes, para sentar pautas en la espiral
de nuevos conocimientos; no se debe olvidar que estos detallan el conjunto de
procedimientos técnicos y médicos necesarios para la atención
a un determinado problema de salud; establecen acuerdos, en forma de consensos,
sobre los requerimientos mínimos imprescindibles para brindar un determinado
servicio con calidad; cumplen el objetivo de acercar la ciencia a la práctica
asistencial cotidiana; son consecuencia directa de la aplicación de principios
científicos a la práctica de la medicina; pretenden, en última
instancia, garantizar al paciente la mejor intervención terapéutica
posible, y ofrecen al médico una guía práctica e, incluso,
una forma acertada de controlar los gastos.4 El constante avance
de la medicina regenerativa exige que estos no sean inmutables; las recomendaciones
que incluyen son el fruto del estado del conocimiento en un momento dado, por
lo que la actualización sobre el análisis de las evidencias debe
constituir una premisa. El trabajo en equipo permitirá que aspectos negativos
señalados tradicionalmente a estos, como el enfrentamiento a la naturaleza
particular de cada paciente, consiga una respuesta en correspondencia con lo
que científica y éticamente sea posible.1,5
Nadie duda
sobre la necesidad de considerar y establecer las normas éticas que deben
regir el empleo de los avances tecnológicos en este campo, como tampoco
se ignoran los riesgos a que puede verse sometida la sociedad, de no lograrse
un consenso al respecto.
Sería
prudente, ante el aluvión de nuevas publicaciones en materia de células
madre, recordar que no todo lo que la tecnología hace posible es necesariamente
viable desde el punto de vista ético; de ahí la pertinencia del
enfoque bioético en los protocolos de actuación para la terapia
celular.
La Bioética
permite, desde el marco de sus fundamentaciones, salvaguardar la dignidad de
la persona humana y el quehacer de los profesionales biosanitarios; la complejidad
en este campo de la medicina, con sus múltiples y sensibles dilemas,
así lo justifican. En correspondencia con lo planteado, gran valor adquiere
en toda investigación biomédica con pacientes cómo se proyecta
y ejecuta el consentimiento informado, sobre la base del principio que otorga
al enfermo el derecho de saber todo lo concerniente al diagnóstico de
la enfermedad que padece o los procedimientos terapéuticos que se le
deben realizar. Corresponde al médico explicar las alternativas de tratamiento
y los posibles efectos secundarios que pudieran aparecer, y pertenece al paciente
decidir, de forma autónoma, si acepta o rechaza lo que se trata de hacer
con él.6-8
Reconocido
como el más moderno de los principios de la Bioética, la autonomía
surge como consecuencia de un concepto del ser humano que implica la idea de
libertad personal; pero surge una interrogante: ¿cómo respetarla?
Consideramos que esto se logra cuando se ofrece al paciente toda la información
relevante y veraz que este precisa, con un lenguaje comprensible, ajustado a
las reales demandas que la situación exige; cuando se tiene en cuenta
el arte de la entrevista, donde el saber escuchar y la actitud empática
que evidencie la relevancia individual y sociofamiliar de la opción terapéutica
propuesta, favorecerá una decisión coherente por parte del paciente,
en correspondencia con su sistema de valores.9
La terapia
celular realizada dentro de los protocolos establecidos, con indicaciones precisas
y correctamente implementadas, encierra un riesgo sanitario mínimo, pero
entraña, como otro recurso terapéutico, múltiples dilemas
en su práctica diaria. De lo anterior, vale destacar lo importante que
resulta para el personal profesional que interviene en su aplicación,
disponer de un cuerpo teórico sólido que en las actuales circunstancias
históricas sociales le permitan, desde una perspectiva bioética,
enfrentar situaciones diversas. Digamos sí a la vida; reverenciemos esta
en cualquiera de sus formas; podremos sorprendernos quizás, pero no debemos
deslumbrarnos por las conquistas de lo tangible, para respetar así un
derecho precioso: la dignidad de la persona humana.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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8. Cañete R, Guilhem D, Brito K. Consentimiento informado: algunas consideraciones actuales. Acta Bioethica. 2012;18(1):121-7.
9. Robertson JA. Embryo Stem Cell Research: Ten Years of Controversy. J Law Med & ethics [internet]. 2010 Jun. 21 [citado 19 jul. 2011];38(2):[aprox. 13 p.]. Disponible en: http://www.utexas.edu/law/faculty/jrobertson/JLME-10-year-survery-Robertson-final.pdf
Recibido: 13 de
junio de 2013
Aprobado:
11 de julio de 2013
MSc. Dr. Manuel Antonio Arce González. Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Especialista de Segundo Grado en Hematología. Máster en Psicología de la Salud. Profesor Auxiliar.. Universidad de Ciencias Médicas Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz Santa Clara, Villa Clara Correo electrónico: marce@infomed.sld.cu
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