Resumen
La actividad científica es el camino al desarrollo en cada escenario de atención a la salud y en cada Universidad. Su práctica tiene como objeto contribuir al esclarecimiento de las causas, hallar respuestas y soluciones, así como favorecer la calidad del proceso formativo. Lo esencial, con respecto a la salud, tiene que ser publicado. Vale que socialicemos todo lo que aporte al conocimiento científico, pero ética y responsablemente, acorde a la política editorial. La información que publiquemos −si es buena, original, se presenta y posiciona con calidad− siempre será buscada, consumida e, incluso, citada. Las revistas, a través de sus variados y originales artículos, complementan, actualizan y agregan valor al contenido de los buenos libros. Árbitros y editores tienen la digna misión de juzgar responsablemente el «valor intrínseco» de cada artículo científico. Cada nuevo número será auténtico y perdurable, si es útil y se presenta adecuadamente. Hay calidad, si al leer y estudiar el contenido se ausculta el método científico de sus autores.