IMPACTO ECONÓMICO DE LA INCORPORACIÓN DE LOS PACIENTES DE ALTO RIESGO A LA CIRUGÍA AMBULATORIA

Juan Miguel Chala Tandrón, Liset Jiménez Fernández, Elsie Margarita Tandrón Benítez

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Resumen

La anestesia y la intervención quirúrgica para el paciente en la modalidad ambulatoria disminuyen los costos médicos, protegen a los pacientes de infecciones adquiridas en el hospital y evitan la ruptura de la unidad familiar1,2.

La operación ambulatoria es aquella que se practica en pacientes externos, con una duración no mayor de los 90 minutos; en ella no se esperan complicaciones anestésicas ni quirúrgicas, principalmente las de tipo hemorrágico, y no necesita vigilancia especializada en el período  postoperatorio2,3.

La anestesia practicada en intervenciones de tipo ambulatorio es la que permite una operación simple y breve en el tiempo, sin que los pacientes sufran dolor, ni tengan complicaciones derivadas de las drogas o métodos usados. Debe realizarse en un hospital, en sitios donde existan los recursos físicos y humanos apropiados para administrarla. No requiere de vigilancia estrecha en el postoperatorio y puede ser por infiltración local, locorregional, general inhalatoria, general endovenosa, espinal y general balanceada. Los agentes que se usan en ella se caracterizan por su latencia corta y duración breve. El período de recuperación deberá efectuarse en poco tiempo, con un máximo de tres a cuatro horas1.


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