ARTÌCULO ORIGINAL
Mortalidad infantil por cardiopatías congénitas en un período de nueve años en villa clara
Infantile mortality due to congenital cardiopathies in a period of nine years in Villa Clara
Dra. Maribel Navarro Ruiz1, Dra. C. Manuela Herrera Martínez2
1.
Especialista de Segundo Grado en Neonatología. Hospital Universitario
Ginecoobstétrico Mariana Grajales. Asistente. Santa Clara,
Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: jorgetn@hamc.vcl.sld.cu
2. Especialista
de Segundo Grado en Genética Clínica. Universidad de Ciencias
Médicas Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz. Profesora
Titular. Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: manuelahm@ucm.vcl.sld.cu
RESUMEN
Introducción:
las cardiopatías congénitas constituyen una de las primeras causas
de mortalidad infantil en Villa Clara.
Objetivo: caracterizar, desde el punto de vista clínico y epidemiológico,
la mortalidad infantil por cardiopatías congénitas diagnosticadas
en etapa neonatal. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo
clínico epidemiológico en el servicio de Neonatología del
Hospital Universitario Mariana Grajales durante nueve años
(2000-2008). La muestra estuvo constituida por 249 neonatos con diagnóstico
de cardiopatía congénita antes de los 28 días, que fueron
evolucionados hasta el año de vida. Se confeccionó una encuesta
y se controlaron variables. Se creó una base de datos y se procesó
la información estadísticamente.
Resultados: la tasa de mortalidad infantil por cardiopatías congénitas
diagnosticadas en la etapa neonatal fue de 0,75 por cada mil nacidos vivos.
La mortalidad infantil por cardiopatías congénitas experimenta
una mejoría en los últimos años. Fallecieron el 100 % de
los que presentaban coartación de la aorta. El 66,1 % de los fallecidos
presentaron otras complicaciones. En los neonatos operados, más del 55
% permanecieron vivos después del primer año. La disminución
de fallecidos con cardiopatías en neonatos está influida por la
experiencia de los neonatólogos y el buen funcionamiento de la red cardiopediátrica.
La presencia de cardiopatías congénitas complejas, así
como las complicaciones, fueron frecuentes, independiente de que fueran o no
intervenidos quirúrgicamente.
Conclusiones: los defectos cardíacos congénitos más
frecuentes como causa de muerte presentaron importante complejidad anatómica,
clínica y hemodinámica.
DeCS: cardiopatías congénitas, mortalidad infantil, recién nacido.
ABSTRACT
Introduction:
congenital cardiopathies constitute one of the first causes of infantile mortality
in Villa Clara. Objective: To characterize, from the epidemiological and clinical
point of view, infantile mortality due to congenital cardiopathies diagnosed
in neonatal stage.
Methods: An epidemiological, clinical and descriptive study was performed
in the Neonatology service of the University Hospital Mariana Grajales
during nine years (2000-2008). the sample was integrated by 249 neonates with
the diagnosis of congenital cardiopathy before 28 days, who were improving until
first year of life. A survey was made and variables were controlled. A database
was also made and information was processed statistically.
Results: infantile mortality rate due to congenital cardiopathy diagnosed
during neonatal stage was of 0, 75 for each thousand born alive. Infantile mortality
due to congenital cardiopathy showed an improvement in the last years. The 100
% of the infants with coarctation of the aorta died. The 66,1 % of the deceased
infants showed other complications. In operated neonates, more than 55 % remained
alive after first year. The diminution of neonates´deads with cardiopathies
is thanks to the experience of the neonatology staff and the smooth running
of cardiopediatric network. The presence of complex congenital cardiopathies,
and their complications, were frequent, in spite of infants were or were not
operated on surgically.
Conclusions: the most congenital cardiac defects, like cause of death,
showed important hemodynamics, clinical, and anatomical complexity.
DeCS: heart defects, congenital, infant mortality, infant, newborn.
INTRODUCCIÓN
La cardiología
pediátrica ha evolucionado considerablemente en los últimos años,
sobre la base de nuevos conocimientos embriológicos, patológicos
y fisiológicos. Este progreso no ha sido ajeno al desarrollo de nuevas
tecnologías.
La morfogénesis
cardíaca comprende interacciones celulares y moleculares, pero estas
tienen lugar con una función mecánica continua. Algunos de estos
mecanismos se desconocen, pero otros se han definido en los últimos años.1
Las cardiopatías
congénitas son las más comunes de las anomalías congénitas;
tienen una frecuencia de 8 por cada mil nacidos vivos en el mundo y de 27 por
cada mil muertes fetales; hasta el momento, solo el 15% de los defectos cardíacos
importantes se diagnostican en la etapa prenatal.1-6 En Cuba, en el 2006, la
prevalencia ajustada de defectos cardíacos mayores fue de 2, 56 por mil;7
en Villa Clara, en el 2010, la prevalencia ajustada al término fue de
3,5 por mil,8 y en el 2011, de 3,72 por mil.9
Las malformaciones
congénitas constituyen en Cuba la segunda causa de muerte en niños
menores de un año, y entre uno y cuatro años, y la tercera causa
en los niños entre 5 y 14 años.10 Se plantea que un
50 % de estas muertes son por cardiopatías congénitas.11
Se conoce
que la mayoría de los defectos cardiovasculares son malformaciones graves,
y que muchos niños mueren durante el primer año de vida, lo cual
contribuye al aumento de las tasas de mortalidad infantil; otros pacientes logran
sobrevivir producto del adelanto científico técnico disponible
en nuestro país para su corrección quirúrgica, pero muchas
veces no se incorporan a la sociedad con el 100 % de posibilidades físicas
y psíquicas. La supervivencia física y en buenas condiciones psicológicas
tiene su apoyo en una cuidadosa vigilancia de la preparación del paciente
para la operación y de los postoperatorios. Los progresos de la tecnología
en estos niveles permiten llevar a cabo intervenciones delicadas, cada vez a
más corta edad, con pesos más bajos y sobre lesiones más
complejas, de manera que, en la actualidad, prácticamente todas las cardiopatías
congénitas requieren alguna actitud médico-quirúrgica.
Con base en la cirugía experimental, ya se vislumbran los avances de
la cirugía prenatal intraútero; no obstante, continúan
como un problema médico importante, y la medicina actual desconoce la
verdadera causa de las anomalías o las deficiencias del desarrollo cardíaco.12-15
El incremento
de las cardiopatías congénitas en los últimos años,
y la relevancia que ha alcanzado en la provincia de Villa Clara como una de
las primeras causas de muerte infantil, es un tema que preocupa a los especialistas
y directivos vinculados al programa de atención materno-infantil; sin
embargo, la gestión en la búsqueda de nuevos conocimientos en
esta área de interés aún no es suficiente. La morbilidad
y la mortalidad de los neonatos con cardiopatías congénitas constituyen
aún un problema de salud, lo que requiere esfuerzos organizacionales
y científicos adicionales, con el objeto de mejorar la atención
y el pronóstico neonatal, así como recopilar las experiencias
exitosas en el seguimiento clínico en los servicios de neonatología.
Considerando lo expuesto, se realiza la presente investigación con el
objetivo de caracterizar, desde el punto de vista clínico y epidemiológico,
la mortalidad infantil por cardiopatías congénitas en la provincia
de Villa Clara.
MÉTODOS
Se realizó
un estudio descriptivo de carácter clínico-epidemiológico
en el servicio de Neonatología del Hospital Universitario Ginecoobstétrico
«Mariana Grajales» durante nueve años (2000-2008); se registraron
los 249 recién nacidos, a los que se les diagnosticó una cardiopatía
congénita antes de los 28 días de vida.
En esta etapa
neonatal, se controlaron variables clínicas relativas al diagnóstico
definitivo, tipo de cardiopatía según clasificaciones establecidas,
así como complicaciones y afecciones presentes. Se controlaron hasta
el año de vida dos variables: mortalidad y realización o no de
intervenciones quirúrgicas.
El diagnóstico
de certeza utilizado fue el resultado del estudio anatomopatológico en
los 56 fallecidos, y en los 32 operados el resultado del informe operatorio.
En los que sobrevivieron, el diagnóstico del tipo de cardiopatía
empleado fue el de la ecocardiografía.
Desde el punto de vista epidemiológico, se procedió al cálculo de los siguientes indicadores:
Tasa de mortalidad
por cardiopatías congénitas = fallecidos antes del año
de vida en el año x 1000
(diagnosticadas
en etapa neonatal)   nacidos vivos ese año
Tasa de letalidad
por = fallecidos antes del año de vida en
el año x 10
cardiopatías
congénitas diagnosticados en etapa neonatal en
el año
Con el fin de conocer
la evolución de la mortalidad por cardiopatías congénitas
en el menor de un año, en función del seguimiento clínico
del neonato en el servicio de Neonatología del Hospital Universitario
Ginecoobstétrico, se determinó el comportamiento anual de la proporción
de fallecidos de cada año de nacido, la cual fue calculada mediante el
cociente: neonatos diagnosticados con cardiopatía fallecidos (nacidos
en un año determinado y fallecidos en cualquier momento antes del primer
año de vida) / neonatos diagnosticados con cardiopatías en el
año determinado x 100).
Se obtuvo
la información mediante una encuesta clínico-epidemiológica,
con el fin de completar información médica relevante; se emplearon:
historia clínica del recién nacido, protocolo de necropsia, informes
imaginológicos y ecocardiográficos, informes operatorios, libro
de control de la morbilidad del servicio, y tarjeta de control de los fallecidos,
obtenida del departamento de estadística de salud en Villa Clara.
Los datos
fueron introducidos en una base de datos creada al efecto en Microsoft Excel
y luego importados al SPSS (Statistical Package for the Social Science), versión
15 de Windows para su procesamiento estadístico.
El análisis
de los resultados se realizó utilizando estadígrafos propios de
la estadística descriptiva, como frecuencias absolutas y relativas para
variables cualitativas. Se calculó la tasa de mortalidad por 1 000 nacidos
vivos, como se explicó en cada variante. Además, se aplicó
la prueba de diferencias de proporciones entre los fallecidos con cardiopatías
simples y complejas, así como para comparar la proporción de fallecidos
con cardiopatías simples y complejas en intervenidos y no intervenidos,
utilizando el paquete estadístico InfoStat/P.
RESULTADOS
Al analizar la mortalidad infantil por cardiopatías congénitas en la provincia de Villa Clara, en el período 2000-2008 Tabla1, de 74 619 nacimientos, a 249 se les diagnosticó una cardiopatía congénita en el período neonatal, y 56 de estos neonatos fallecieron antes del primer año de vida (22,5 %), lo que representa una tasa de 0,75 por cada 1 000 nacidos vivos. En el año 2000, fallecieron más niños con cardiopatías congénitas diagnosticadas en etapa neonatal: 11 (30,6 %), para una tasa de 1,1 por cada 1 000 nacidos vivos, mientras que en el 2006 fallecieron menos niños por cardiopatías congénitas: 3 (13,6 %), para una tasa de 0, 42 por 1000 nacidos vivos. Al comparar estos resultados con las tasas de mortalidad infantil del año 2000 (5,0 por mil nacidos vivos), se aprecia que menos de la quinta parte de los fallecimientos fueron por cardiopatías congénitas detectadas en etapa neonatal, y en el año 2006 (4,6 por mil nacidos vivos), solo la décima parte.
La figura muestra la distribución de las tasas de mortalidad por años: se observan tasas más bajas en los años 2004 y 2007, y las mayores en el 2000 y 2003. En cuanto a la tasa de letalidad, que mide la gravedad de la enfermedad, se evidencia que 3,1 de cada diez niños diagnosticados por cardiopatías en la etapa neonatal murieron antes del año de vida en los años 2000 y 2005, y esta fue menor en el resto de los años estudiados.
En la Tabla 2, se observa que del total de neonatos con cardiopatías congénitas simples (151), fallecieron el 19,2%, y de los 98 neonatos con cardiopatías complejas fallecieron el 27,6%. De las cardiopatías con un solo defecto, fallecieron en un 100%: la coartación de la aorta (CoAo), la interrupción del arco aórtico, el tronco arterioso común y la hipoplasia de las cavidades izquierdas. De las cardiopatías complejas, fallecieron en un 100 %: TGV, CoAo, interrupción del arco aórtico, defecto de canal aurículo-ventricular, tetralogía de Fallot, drenaje anómalo de venas pulmonares, doble emergencia de salida del ventrículo derecho, entre otras.
En la Tabla 3, se exponen las afecciones o complicaciones que se manifestaron en los que fallecieron. En general, estas se presentaron en el 59 % de todos los neonatos con cardiopatías detectadas en esa etapa, mientras que aparecieron en el 66,1 % de los que fallecieron. Las más frecuentes entre los fallecidos fueron: íctero fisiológico agravado, trastornos metabólicos, sepsis adquirida, hipertensión pulmonar persistente del recién nacido y enfermedad de la membrana hialina (EMH), con un 7,1 % cada una. Cuando el análisis se realiza respecto al total de complicaciones de ese tipo presentadas en la muestra, los que más fallecieron fueron: el 100 % de los que tuvieron insuficiencia renal aguda, el 66,7 % de los afectados por sepsis connatal y displasia broncopulmonar y el 57,1% de los afectados por la EMH.
Al analizar la mortalidad de los nacidos vivos con cardiopatías congénitas intervenidos y no intervenidos quirúrgicamente Tabla 4, se encontró que se operaron antes del año de vida el 12,8 % de las cardiopatías detectadas en etapa neonatal; de los neonatos operados con cardiopatías simples, fallecieron el 41,2 % y sobrevivieron el 58,8 %. De las cardiopatías complejas operadas, fallecieron el 46,6 % de los niños y sobrevivieron el 53,3 %, diferencias que no resultaron significativas. De los no intervenidos quirúrgicamente con cardiopatías simples, fallecieron el 16,4 %, y sobrevivieron el 83,6 %, mientras que el 24,1 % de los no operados con cardiopatías complejas fallecieron, y sobrevivieron el 75,9 %; estas diferencias no fueron significativas. En general, del total de neonatos operados en este estudio, el 43,8 % fallecieron y el 56,2 % sobrevivieron, mientras que de los no intervenidos, fallecieron el 19,4 % y sobrevivieron el 80,6 %.
DISCUSIÓN
La
mortalidad infantil por cardiopatías congénitas se produce con
frecuencia en las primeras horas y días después del nacimiento.
El pronóstico mejora con el aumento de la supervivencia posnatal. Los
recientes avances en asistencia perinatal han producido una prolongación
del período de mortalidad más allá de los primeros días
de vida, aun en el período posnatal.16
El 22,5%
de los neonatos con cardiopatías congénitas detectadas en etapa
neonatal fallece antes del primer año de vida (0,75 por cada mil nacidos
vivos); informes similares han sido publicados17,18
En el servicio
de Neonatología del Hospital Universitario Ginecoobstétrico «Mariana
Grajales», se aplicó el protocolo de atención establecido
para los que nacen con una cardiopatía crítica y se ha ido ganando
en experiencia en la conducta médica y en el fortalecimiento de la red
cardiopediátrica de la provincia; ello favoreció que hacia los
últimos cinco años de este estudio se observe una disminución
de la proporción de fallecidos en cada año. De manera similar,
la tasa de mortalidad de estos años se ha mantenido baja. Las excepciones
observadas a esta aseveración corresponden a fluctuaciones típicas
de una mortalidad muy baja, con baja natalidad, donde pequeñas variaciones
al azar tienen repercusión en las tasas, sin que ello represente, a nuestro
juicio, una variación en el comportamiento alcanzado.
Las cardiopatías
congénitas complejas influyen considerablemente, tanto en la morbilidad
como en la mortalidad;16 en el presente trabajo, a más de la cuarta parte
de los neonatos se les diagnosticó una cardiopatía congénita
compleja, y más de la cuarta parte falleció. Del mismo modo, la
existencia de determinadas características clínicas agrava el
pronóstico de vida; en este estudio, en los neonatos que fallecieron
con cardiopatías, estuvieron presentes otras afecciones o complicaciones
clínicas en un porcentaje superior al encontrado en la totalidad de la
muestra, que influyeron de forma directa o indirecta sobre la mortalidad, resultados
que coinciden con otros estudios16 Esta complejidad agrava el estado clínico
y hemodinámico, y empeora el pronóstico neonatal, al aumentar
la morbilidad y la mortalidad.
Es importante
destacar que de los siete recién nacidos con CoAo, los siete fallecieron,
y de los diez recién nacidos con TGV, 9 fallecieron, lo cual se atribuye
a la complejidad anatómica, clínica y hemodinámica, descritas
en la literatura como causas de elevada mortalidad.10,12
La CoAo es
una cardiopatía crítica que causa insuficiencia cardíaca
congestiva y fallo de cavidades izquierdas con hipodesarrollo de la mitad inferior
del cuerpo; además, se asocia a otras malformaciones, como: higroma quístico,
holoprosencefalia, hidrocefalia e hidropesía fetal.3,15 La TGV es una
cardiopatía crítica con crisis de hipoxemia profunda, que se asocia
a anomalías extracardíacas y a otras anomalías cardiovasculares,
como interrupción del arco aórtico que agravan la clínica
y la hemodinámica.10,12
Un grupo
de estos recién nacidos requerirá tratamiento médico quirúrgico,
el que debe ser valorado de forma rápida y precisar muy bien el momento
idóneo para que este se realice; más de la mitad de los neonatos
afectados por cardiopatías graves pueden salvarse por técnicas
paliativas o correctivas; se consigue así disminuir la mortalidad y obtener
mejores resultados funcionales que en el niño mayor;2 otras cardiopatías,
en ocasiones, resultan muy complejas y son prácticamente incompatibles
con la vida,18 lo que puede observarse a partir de la frecuencia
de cardiopatías incluidas en la mortalidad infantil, así como
de la mortalidad observada entre aquellos que llegan a requerir intervención
quirúrgica antes del primer año de vida.13,15
De los recién
nacidos con cardiopatías congénitas operados en la provincia de
Villa Clara permanecían vivos después de cumplir el primer año
de vida más del 55 %, y más del 80,0 % de los neonatos que no
fueron operados, ya que en este grupo predominaron las cardiopatías no
críticas.
Los resultados
alcanzados están influidos por el tipo de malformación (simple
o compleja), así como por la complejidad anatómica, clínica
y hemodinámica, evidenciada a partir de las complicaciones y afecciones
asociadas a su evolución clínica, que aumentan la morbilidad y
la mortalidad por cardiopatías congénitas. Cada vez es más
evidente que este tipo de atención neonatal requiere esfuerzos colaborativos
entre perinatólogos, neonatólogos, pediatras, cardiólogos
intervencionistas, cirujanos pediátricos cardiovasculares y atención
de enfermería especializada en unidades de cuidados intensivos neonatales,
bien equipadas y con experiencia en la atención a estos pacientes. No
obstante, la atención al recién nacido en el que se sospecha una
cardiopatía congénita, continúa siendo un reto y un desafío
actual en cuanto a la supervivencia.
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Recibido:
8 de diciembre de 2012
Aprobado:
14 de enero de 2013
Dra. Maribel Navarro Ruiz. Especialista de Segundo Grado en Neonatología. Hospital Universitario Ginecoobstétrico "Mariana Grajales". Asistente. Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: jorgetn@hamc.vcl.sld.cu
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